Garbiñe Muguruza no duda en marcarse "objetivos más difíciles" de cara a la inminente temporada 2018 ya que, después de conquistar su segundo Grand Slam y llegar al número uno del mundo, no puede sino apuntar alto, al tiempo que confiesa un cambio de actitud para afrontar los malos momentos. "Quiero seguir jugando en grandes finales y luchando por el número uno. Quiero tener los objetivos más difíciles porque siento que he estado allí y eso ayuda. Creo que puedo estar allí otra vez", explica desde Los Ángeles (Estados Unidos).

Mugu hizo hincapié en la fortaleza mental que se adquiere con los años y que el pasado curso le valió para, después de un mal trago en Roland Garros, conquistar Wimbledon y llegar al número uno del mundo. "Ahora veo mis partidos, antes era más difícil, especialmente si perdía. Aprendo cómo mejorar mi actitud. Cuando era más joven, lloriqueaba y verlo puede mostrarte cómo corregir eso", afirma.