Exhibición del Liceo frente al Vic con una goleada que le devolvió al liderato de la OK Liga que había perdido solo momentáneamente por la victoria del Barça el viernes ante el Lleida y vuelve a mandar con dos puntos de ventaja sobre los culés. Implacable en defensa, virtuoso en ataque y un portento físico. El equipo, más coruñés que nunca, rozó la perfección. Marcó siete goles y le sobraron diez minutos de partido. Para tomarse el turrón y las uvas como primer clasificado solo le queda un asalto, el próximo sábado en Lleida.

Para el Vic, el encuentro fue una asfixia constante. El Liceo no dejó le respirar. Presión muy alta, recuperaciones de bola y ataques continuos. Verticalidad máxima. Este comienzo arrollador puso a los locales con una ventaja de tres goles en poco más de doce minutos. Un partido complicado, ya que el Vic había avisado con un empate contra el Barça en la jornada anterior, que se solventaba por la vía rápida. El primero en romper la portería defendida por Tavi Tarrés fue Eduard Lamas, en el minuto 4. Casi literalmente. Porque la potencia de su disparo desde la zona media de la cancha casi ni lo vio el portero. Lo mismo que el chut de Marc Coy. Después, Carlo di Benedetto aprovechó en el segundo palo una genial asistencia de Sergi Miras.

Increíble la forma y la facilidad con la que el Liceo destrozaba a un equipo que hacía unos días había puesto en serios apuros a los azulgrana. Y Juan Copa no se conformaba. Su jugadores dominaban, no concedían ocasiones y ya ganaban por 3-0. Pero el técnico seguía azuzando a los suyos, "¡Sigue, sigue, sigue!", le gritaba desde la valla a Carlo di Benedetto en una acción defensiva. "¡ Sticks!", pedía en otra ocasión. No quería que se despistaran ni un solo segundo. En ataque seguía el festival. Coy se estrelló contra el palo y acto seguido el francés volvía a marcar, esta vez tras desviar un lanzamiento lejano de César Carballeira. Antes de que terminara el primer acto, el Liceo siguió acumulando oportunidades. La más clara una cabalgada de punta a punta de la pista de Sergi Miras, que se plantó con las fuerzas justas frente a Tarrés, que paró con el cuerpo el remate raso.

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El Liceo golea al Vic (7-1) y recupera el liderato

Tras el descanso -amenizado por los niños de la escuela de As Pontes-, Juan Copa dio otra muestra de que busca la excelencia. Salía del vestuario todavía con la pizarra en la mano, redibujando, borrado, consultando con Joan Grasas, convertido, junto al preparador físico Mon Fernández, en su mano derecha, esquemas y jugadas. Seguía dándole vueltas al partido. Si no lo tenía claro, seguramente el gol de David Torres nada más iniciarse el segundo tiempo, el quinto, templaría sus nervios. El coruñés se aprovechó de una jugada en la que entre él y el portero acabaron por introducir la bola en las redes.

Otra de las virtudes que tiene este equipo es que no se relaja ni un instante. Ayer no tuvo esos minutos de desconexión que le causan disgustos y sustos. Pese al 5-0, cada jugador presionaba y si erraba algún pase, buscaba la recuperación inmediata. Y así la renta no se dejaba de ampliar. El sexto cayó tras un penalti que Tarrés paró a Eduard Lamas, pero que el coruñés definió a la perfección en el rechace. Después le tocó el turno a bola parada al Vic. Xavi Malián, que apenas había tenido trabajo, detuvo la falta directa de Jassel Oller. Y acto seguido, séptimo del Liceo, de César Carballeira en un remate casi de espaldas al portero.

Quedaban 16 minutos, todo estaba decidido y el Liceo seguía apostando fuerte, con otros tres disparos al palo. Coy falló un penalti, Pol Manrubia maquilló el resultado para el Vic con el tanto del honor y Malián frenó a Jordi Urbano desde el punto de falta directa. El técnico dio protagonismo a los que menos juegan, sobre todo a Martín Rodríguez. No es fácil vivir a la sombra del mejor portero del mundo. El coruñés recibió la ovación del Palacio de los Deportes de Riazor y cada vez que paraba una bola, que fueron dos nada más entrar y una directa a Ordeig. Después también salió a pista Pablo Parga. El Liceo terminó el partido con el que recuperó el liderato con cinco coruñeses: Martín, los hermanos Josep y Eduard Lamas, César Carballeira y Parga. Lo nunca visto.