La selección española de balonmano masculino debutó ayer con autoridad en el Campeonato de Europa de Croacia 2018 con una victoria (32-15) sin fisuras ante la República Checa, sólida desde defensa y desplegando infinidad de recursos para cumplir con los pronósticos en el estreno del Grupo D.

Los de Jordi Ribera no se dejaron nada fuera de la pista. Todo lo pusieron en el 40x20 del Arena Varazdin unos Hispanos dispuestos al máximo desde el primer día. España no perdonó al rival a priori más asequible de la primera fase para comenzar con dos puntos y una buena dosis de confianza el exigente camino hacia semifinales. Hungría espera mañana y la dura Dinamarca, el miércoles, para llegar con la mejor renta posible a la Main Round. La subcampeona de Europa puso en marcha la maquinaria que se quedó a medias el año pasado en el Mundial y que, ahora, busca volver a estar en las medallas.