Rafa Nadal alcanzó ayer los cuartos de final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, después de doblegar al argentino Diego Schwartzman en cuatro sets (6-3, 6-7 (4), 6-3 y 6-3), por lo que se aseguró el número uno una vez que finalice el torneo oceánico. Su próximo rival será el croata Marin Cilic, que dejó fuera del torneo al español Pablo Carreño (6-7 (2), 6-3, 7-6 (0) y 7-6 (3)). El asturiano impidió el pleno español de la jornada ya que en el cuadro femenino la buena noticia la protagonizó Carla Suárez, que tras remontar ante la estonia Anett Kontaveit (4-6, 6-4 y 8-6) se metió en cuartos, ronda en la que se verá las caras con la danesa Caroline Wozniacki.

Tras solventar sus compromisos previos con relativa facilidad y en sólo tres mangas, esta vez el balear tuvo que emplearse a fondo y hacerse con una buena dosis de paciencia para derrotar a un Schwartzman que se llevó un segundo parcial intenso. Casi cuatro horas necesitó el número uno del mundo para deshacerse de su adversario. "Siempre es mejor ganar en dos horas que en cuatro. Fue un buen test para mí, muchas horas en pista, situaciones bajo presión... Todo el mundo sufre en un partido de cuatro horas, con mucha humedad. A veces es más duro para el cuerpo si hay mucha humedad, aunque haga menos calor", comentó en la rueda de prensa posterior.

Además, el balear reconoció que fue "un partido muy duro en general". "Desperdicié oportunidades en el segundo set, me rompió tres veces y me puso en problemas. Jugó bien y agresivo. Hizo muchas cosas bien y yo no fui tan agresivo como en los últimos días, por eso sufrí más. Las condiciones tampoco eran fáciles, había mucha humedad. Fue un partido duro, estoy contento por haber ganado", añadió.

El manacorí resaltó también los aspectos positivos de una victoria en la que manejó "bien" los momentos de dificultad tras perder el segundo set y señaló la mejora en el "servicio" como la clave de su triunfo. "Hubo muchas cosas positivas que manejé bien. Después del segundo set vino un momento duro. Fue importante ganar el tercero. Mi servicio empezó a funcionar mejor y empecé a ganar puntos, porque en un set y medio casi no había ganado ninguno con el saque. Por eso perdí muchas oportunidades, tuvo tres ocasiones de romperme. En el tercer y el cuarto saqué mejor y probablemente por eso estoy aquí con una victoria", explicó.

El mallorquín aseguró estar centrado ya en los cuartos de final, en los que se enfrentará a un Marin Cilic al que conoce "bien" y al que ya se ha medido un "par de veces". Para superar esa ronda, Nadal analizó que tendrá que ser "agresivo", "sacar bien" y mejorar "con el revés". "Ahora empezamos la segunda semana, los cuartos de final. Es el momento de dar un paso adelante y ser más agresivos. Voy a tener un rival difícil delante, Cilic. Necesito jugar agresivo y bien, y es lo que voy a intentar", especificó.

Por último, el número uno del mundo no se mostró sorprendido por el nivel de un Kyle Edmund que consiguió su mejor resultado en Grand Slam accediendo a cuartos de final, afirmó que Fognini tiene "mucho talento" y podrá poner en apuros al ligero favorito Tomas Berdych y pronosticó que Djokovic es "demasiado bueno" para no luchar por los títulos importantes.

"Kyle Edmund es bueno. Es un buen jugador y para mí no es una sorpresa que esté en cuartos, es algo normal. Me sorprendió más que el año pasado perdiera muchos partidos ajustados. Creo que tiene potencial, un gran saque, un gran revés y golpea muy fuerte a la bola. Va a tener un gran año", respondió sobre el británico.