La selección española de fútbol sala busca (21.00 horas/DMax) dar el penúltimo paso para defender su condición de campeona de Europa en una semifinal complicada y compleja ante Kazajistán, un rival cuyo estilo y crecimiento obliga a no tener excesivos despistes.

Los de José Venancio López no fallaron a su habitual cita con las semifinales continentales tras batir a una correosa Ucrania por un solitario 1-0 y ahora tratarán de aumentar su buen porcentaje en esta penúltima ronda del torneo, donde únicamente el combinado nacional ha caído en dos ocasiones de diez disputadas: en 2003 ante Italia y en 2014 ante Rusia. Para ello, deberá seguir elevando su nivel, sobre todo el ofensivo, para afrontar el gran examen que va a suponer una Kazajistán, que está por segunda edición consecutiva entre los mejores tras ser tercera en 2016.

En su recuerdo sigue la semifinal de hace dos años en Belgrado ante los españoles, que se impusieron por 5-3, en un partido marcado por la ausencia por sanción de una de sus piezas más importantes, Higuita. Su entrenador no duda en usar de forma continua la fórmula del portero-jugador y su guardameta es muy peligroso por su buen toque y disparo. Sin embargo, el arquero sí estaba la última vez que se vieron las caras estas dos selecciones, en los octavos de final del Mundial de Colombia de meses después y España logró desactivar este arma para imponerse (5-2).

Kazajistán ha continuado mostrando su crecimiento avalado principalmente por la calidad y competitividad que le dan los nacionalizados. Además de Higuita, Douglas Junior y Taynan, que llegó a última hora después de haberse quedado fuera por problemas de visado, pero 'repescado' por la lesión de Leo, rodean a un buen grupo de nacionales, acostumbrados a competir con lo mejor de Europa.

La principal preocupación para Venancio López será el estado físico de Sergio Lozano, que se lesionó ante Ucrania y cuya participación se antoja poco probable. El ganador del partido se medirá con el vencedor del Rusia-Portugal.