Victoria, goles y feeling. Tres en uno para el Liceo, que al superar ayer por 9-2 volvió a sumar después de perder en Vendrell, derrota que le había costado el liderato; recuperó el olfato goleador que le había abandonado durante el mes de enero; y cambió de careta para volver a ponerse la de diciembre, en el tramo final de la primera vuelta, cuando era tremendamente superior a sus rivales. Y eso que jugó sin Eduard Lamas, que prefirió no forzar debido a que arrastra problemas musculares en los isquios. Tres puntos que no obstante no sirvieron para volver a la primera posición por la victoria del Barcelona ante el Caldes (7-2).

Primera señal, el gol a los 50 segundos. David Torres metió un pase interior para que Josep Lamas metiera el stick y batiera a Rivero. El 1-0 desbarató el planteamiento del Arenys de Munt, que tuvo que pedir tiempo muerto. Para la mayoría el plan es aguantar en defensa lo máximo posible, por lo que había que cambiar el guión. No sirvió de mucho porque el Liceo estaba enchufadísimo. Sergi Miras y David Torres pusieron el 3-0 antes de que se cumpliera el minuto cinco. El cuarto fue obra de Marc Coy con uno de sus trallazos. Al Arenys de Munt le costaba pasar de media cancha pero se aferraba a alguna contra para crear peligro. El quinto y el sexto llegaron con menos de diez segundos de separación y los dos anotados por Carlo di Benedetto. Las recuperaciones de Martín Payero en el centro de la pista fueron fundamentales. La primera parte murió con un penalti que Malián detuvo a Marc Roca.

El ritmo goleador se mantuvo en la segunda parte. Nada más empezar, uno para cada equipo El séptimo, de David Torres. El primero para los catalanes, de Marc Roca. El marcador era tan claro que parecía que sobraba tiempo. El Liceo lo aprovechó para seguir gustándose. Pases hacia atrás, por debajo de las piernas y juego muy rápido. Los visitantes tuvieron una nueva oportunidad a bola parada en la que Enric Dalmau no pudo con Malián. Después Sergi Miras marcó el octavo. El mismo jugador recibió una azul que sirvió, esta vez sí, para que Dalmau maquillara el resultado con la directa. Aunque todavía quedaba otro tanto de David Torres para poner el broche a la goleada.