El Wanda Metropolitano, estadio del Atlético de Madrid, será el 21 de abril el escenario de la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla, según decidió ayer la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

El nuevo feudo rojiblanco, inaugurado el pasado mes de septiembre, era uno de los favoritos para albergar este encuentro. Ahora, habrá que cambiar los partidos correspondientes a ese fin de semana en LaLiga Santander entre el Barcelona y el Villarreal, el Sevilla y el Madrid y entre el Atlético, propietario del estadio, y el Betis. Los dos primeros se disputarán el próximo 9 de mayo y faltaría por ver a qué fecha iría el de los rojiblancos y los béticos.