Queralt Castellet se mostró "cabreada" con su actuación de ayer en la final de halfpipe de snowboard en los Juegos de Pyeongchang, donde terminó séptima tras caerse en la tercera manga, pero anunció que continuará otro ciclo hasta la próxima cita en China en 2022. "Estoy bastante cabreada por no planchar esa tercera ronda que tenía preparada, pero es lo que hay. Tengo que seguir trabajando y ya está", dijo con signos evidentes de decepción.

Los 67,5 puntos obtenidos en la segunda manga le dieron esa séptima plaza, que mejora sus tres anteriores actuaciones olímpicas, pero que suponen una decepción cuando su objetivo era una medalla. "He sacado los trucos fuertes en la tercera. Tenía los trucos, tenía la ronda, pero no surgió", afirmó.

"Te da más rabia no poder ganar medalla porque es una competición que se disputa cada cuatro años", señaló. "Pero sin duda estaré un ciclo olímpico más. Estos Juegos han sido como los primeros para mí. Todo nuevo. No había ninguna referencia o experiencia de los últimos. Todo diferente. Me he sentido bien, he tenido nervios pero he sabido controlarlos. Creo que es el comienzo de mucho", afirmó.

Castellet hizo referencia a la forma de entrenar con Benjamin Bright, su nuevo técnico tras la muerte de su novio y entrenador Ben Joly en 2015: "Todo cambió, con un rumbo diferente de entrenamientos, para entender todo diferente, de una manera más global. Aunque todo mi conocimiento anterior me ha servido de mucho, tenía que tomar un camino fresco".