Las gradas del pabellón de A Rabadeira rebosan cada vez que los veteranos del Oleiros juegan en casa. "Voy a tener que montar un chiringuito", bromeó el presidente del club en más de una ocasión. La expectación es máxima en cada partido y dos de sus jugadores tienen gran parte de culpa. Porque volver a ver sobre los patines a Willy Duarte (A Coruña, 1966) y Facundo Salinas (Mendoza, 1971), dos mitos de la historia del Liceo, es uno de los alicientes de esta primera experiencia gallega de la liga de veteranos. En 2018 el coruñés cumplirá 52 años; el argentino, 47. El tiempo pasa, pero la calidad no caduca. "Aquí el único problema es el cuerpo", comentan entre risas, encantados de retomar su relación en las pistas -seguían siendo compañeros, pero de pádel- y en el medio del éxtasis que les produce la nueva relación con el deporte que dio sentido a sus vidas.

Ellos no necesitan ni presentación. Willy Duarte y Facundo Salinas son de los grandes nombres del hockey sobre patines y en especial, del Liceo. Coincidieron siete temporadas en las filas del conjunto verdiblanco, cinco como compañeros en la pista (1993-94, 1994-95, 1995-96, 1996-97 y 1997-98) y otras dos con el coruñés como entrenador y el argentino de jugador (1998-99 y 1999-00). Ganaron cinco títulos: tres Copas del Rey seguidas (1995, 1996 y 1997), una Recopa de Europa (1996) y una Copa CERS (1999). "Es un honor volver a jugar a su lado", señala Facundo sobre Willy, que le devuelve el piropo: "Estar en la pista y saber que tienes al lado a alguien como él es increíble. Y como entrenador... dame otros nueve como él".

Fue Facundo Salinas el que metió a Willy Duarte "en este lío" y el de Mendoza, a su vez, fue invitado por Willy Domínguez (exportero del Cerceda) para formar parte del Oleiros de veteranos. No se arrepienten porque todo ha sido positivo. Y eso que el coruñés no se acababa de decidir. "Al principio les dije que iría a algún entrenamiento, que estaría de vez en cuando con ellos... pero claro, al fin y al cabo el hockey sobre patines es lo que te apasiona y te vas envenenando. Ahora para mí la única pena es que esto no se hubiese hecho antes, hace quince años o así", reconoce. Salinas tenía otra motivación extra, que su hijo, que también juega, en el Obradoiro, le viese por primera vez en acción: "Me hacía ilusión que me viese, que comprobara lo que fue su padre en el hockey, y él quedó sorprendido, le impactó ya que solo me había visto en vídeos".

"Aunque obviamente", precisa el argentino, "no estoy en plena capacidad". Porque sus ganas chocaron contra un rival implacable: el tiempo. "La sensación es que los años pasan, que el problema es el cuerpo, pero que lo demás está intacto", dice Facundo. Lo mismo que le ocurre a Willy. "La mente va fenomenal, recuerdas perfectamente todo como hace veinte años, pero el problema es el cuerpo, que no cumple con las órdenes que le da la cabeza. El cuerpo no es capaz de hacer lo de antes. Hay que estar muy bien físicamente así que voy poco a poco", analiza sobre su vuelta el jugador que se inició en el Dominicos.

"Yo soy el más veterano de la liga, no tengo problema en reconocerlo", afirma abiertamente Duarte, que con cada entrenamiento, con cada partido, se siente rejuvenecido. "Lo importante es jugar, no mirar los resultados y menos, la edad", precisa. Ayuda a la integración el ambiente que han creado en el Oleiros. "Es un grupo maravilloso, hay un ambiente estupendo y todos estamos con ganas de pasarlo bien. En realidad no es más que un reencuentro de amigos que nos lo pasamos bien y, de paso, sudamos, que no nos viene nada mal", aporta Facundo.

Mañana, Liceo-Oleiros

Pero por más que le quiten importancia, el tirón de la liga de veteranos es tal que llena pabellones, sobre todo el oleirense. Este fin de semana será otro éxito rotundo con el duelo entre el Liceo y el Oleiros, aunque en este caso el argentino no podrá jugar. "Lamentablemente mis responsabilidades profesionales no me permiten estar todo lo que me gustaría", se queja sobre perderse el partido contra su exequipo. Los amantes del hockey sobre patines tienen una cita mañana en Monte Alto (20.00 horas), una nueva fecha para confirmar el éxito de esta nueva categoría. "Esto tiene que tener una continuidad, aunque con unas pautas más claras", dice el coruñés. "Estaría bien que esto fuera creciendo y que cada vez estuviera mejor montado. Los inicios cuestan y los que han puesto esto a andar han trabajado mucho para esta primera andadura, que está bien, pero se puede mejorar con un compromiso mayor de jugadores, clubes y federación", comenta el siempre competitivo Salinas.

Y es que aunque no sea de una forma profesional, la vuelta a la competición remueve viejos sentimientos. "Es bonito ver que a uno lo recuerdan, que el trabajo que has hecho durante toda una carrera sigue siendo reconocido y devolver algo a la ciudad que te abrió las puertas y que tanto te ha dado. En el deporte puedes ganar o perder, pero siempre quedarán las personas", concluye Facundo Salinas. ¿Y un Dominicos-Liceo con los veteranos de la época dorada del hockey sobre patines coruñés para celebrarlo? "Uy, no sé si algunos lo aguantarían", reta Duarte.