El magistrado de la Audiencia Nacional José de la Mata acusa al Granada de formar un "triángulo mercantil", junto con Watford y Udinese, desde el cual se ocultó al fisco los fondos provenientes de la venta de jugadores y los desviaron a un paraíso fiscal en Luxemburgo.

Así lo detalla el magistrado en un auto en el que desgrana un entramado de sociedades opacas, detrás de las cuáles estarían el presunto cabecilla de la red, el empresario Quique Pina y otros socios también investigados en la trama, entre ellos Gino Pozzo, propietario de los dos clubes europeos y Raffaele Riva.

El juez atribuye delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y riesgos fiscales en el Impuesto de Sociedades en tres ejercicios para la entidad granadina y cita a un representante de la misma a tomarle declaración en calidad de investigado para el próximo viernes, según fuentes jurídicas.

De acuerdo con el relato de los hechos, Pina utilizó una serie de mercantiles instrumentales, entre ellas Calambur Intermediaciones, administradas por familiares y amigos en calidad de testaferros.

Estas cantidades provenían del salario que percibía de diferentes clubes (fue presidente del equipo ahora investigado entre 2009 y 2016) además de comisiones derivadas del traspaso de jugadores, de acuerdo con el auto que también apunta que ocultó "importantes cantidades de dinero" durante un tiempo en una cuenta bancaria de la que eran titulares sus padres.

Dinámica similar llevó a cabo otro de los principales acusados, Gino Pozzo, antiguo dueño del Granada, y que quedó en libertad provisional tras declarar ante el magistrado que instruye la conocida como operación Líbero. El empresario italiano se valió de empresas pantalla para administrar su patrimonio en el extranjero.