Como en el día de la marmota, la final de la Copa del Rey que perdió el Liceo contra el Barcelona dejó ese sinsabor ya conocido de que los coruñeses habían sido superiores pero que el acierto, o más bien el desacierto en la bola parada, había marcado unas diferencias en el marcador inexistentes sobre la pista. En las últimas dos temporadas -por no remontarse mucho más allá- ha sido una tras otra. Salvo la eliminatoria de cuartos de final de la Liga Europea del curso 2015-16, zanjada con el 6-0 en el Palau Blaugrana, los penaltis y las directas fueron decisivas. Antes de la final del domingo, gallegos y catalanes se habían visto las caras en el encuentro correspondiente a la primera vuelta de la OK Liga, disputado en el Palau en noviembre y que terminó con 3-1. El guión fue parecido. Sergi Fernández estuvo inmenso, el Barça marcó en tres despistes del Liceo y los verdiblancos fallaron una directa y un penalti. Hasta hubo un gol anulado a César Carballeira, con 0-0 en el marcador -como a Carlo di Benedetto en Copa- porque Xavi Barroso había barrido la portería a su paso.

En la temporada 2016-17 hubo tres partidos entre ambos equipos. Los dos primeros, muy polémicos. El ocho de enero, con el Palau como testigo, se vivía un duelo decisivo por la OK Liga que se decidió con un 2-1. En ese encuentro, el Liceo falló un penalti y una directa. Al Barça les bastó con marcar una de las directas. Bajo los palos coruñeses no estaba Xavi Malián, que había sido obligado a sentarse por los árbitros, sino Álvaro Shehda. El siguiente cruce fue las semifinales de la Copa del Rey que se decidieron en los penaltis. El tiempo reglamentario terminó con 2-2 y con un conjunto verdiblanco que falló cuatro veces a bola parada. En la tanda decisiva, ningún jugador del Liceo pudo anotar. Pero también hubo polémica por un gol anulado a Coy, que había lanzado en un amago del árbitro de levantar el brazo.

La anterior, la 2015-16, vivió cinco clásicos. Dos fueron los mencionados sin historia; y el 4-4 de la segunda vuelta se disputó sin nada en juego. Los otros dos sí. En la final de la Supercopa de España, el Liceo falló un penalti con 5-5 en el marcador y acto seguido llegó el 6-5 con el que ganaron los culés. En la primera vuelta, en el Palau, algo muy similar: los coruñeses tuvieron un penalti a un minuto para la bocina y no pudieron cambiar el 4-4.

¿El martes 13 romperá el gafe?

El siguiente duelo será el próximo martes 13 de marzo. El Barça visita el Palacio de los Deportes de Riazor con media OK Liga en juego. Oportunidad para cambiar la historia y romper el gafe. De momento las estadísticas en liga son demoledoras: 3 de 24 en faltas directas y 2 de 13 en penaltis.