De maldición en maldición. Derribada la de las semifinales de la Copa del ReyCopa del Rey, tope que no superaba desde el curso 2003-04, cuando fue campeón en Jerez de la Frontera, el Liceo afronta este fin de semana otra de las famosas barreras de los últimos años, los cuartos de final de la Liga Europea. Desde que se instauró esta fase previa a la final a cuatro, justo después de su segundo título consecutivo -temporadas 2010-11 y 2011-12- los verdiblancos no han sido capaces de plantarse entre los cuatro mejores con complicados cruces en esta fase. Son cinco años seguidos en los que Barcelona, Porto, Vic, de nuevo Barcelona y Benfica dejaron al conjunto coruñés con la miel en los labios. No será fácil. Enfrente estará el vigente campeón de Europa, el Reus, que además tendrá el factor cancha a favor ya que se jugará la vuelta en tierras catalanas. Por eso la ida de mañana en el Palacio de los Deportes de Riazor será decisiva para llegar con ventaja. Después del ambientazo vivido contra el Barcelona, el Liceo espera que el público vuelva a responder y lanza una nueva campaña para llenar las gradas con el precio de las entradas rebajado a dos euros.

Los liceístas quieren volver a reinar en Europa. Lo hicieron durante tres años seguidos. En la temporada 2009-10 conquistó la Copa CERSCopa CERS en Torres Novas (Portugal) al derrotar en semifinales al Igualada (2-1) y al Blanes (7-2) en la final. A este título le siguieron los dos seguidos de la Liga Europea (2010-11 y 2011-12), el primer equipo en la era moderna de la máxima competición continental en encadenar dos entorchados consecutivos. El primero llegó en Andorra, donde se deshizo de Noia (7-4), Porto (3-3, 2-1 en los penaltis) y Reus (7-4). Repitió hazaña en Lodi (Italia) con triunfos ante Candelaria (4-2), Valdagno (5-3) y Barcelona (4-2).

En la temporada 2012-13 se instauró el cruce previo de cuartos de final, con partido a ida y vuelta, antes de alcanzar la gran final a cuatro. Ese curso al Liceo le tocó enfrentarse al Barcelona. Empató en A Coruña (2-2) y se plantó en el Palau con opciones, pero los azulgrana cerraron la eliminatoria con un 5-3 a su favor. El Porto fue el siguiente verdugo. Con suspense. Porque los verdiblancos consiguieron lo más difícil, que era ganar en Portugal (1-2). Solo tenían que cerrar en casa, pero no pudieron refrendar este resultado. El partido terminó 3-4 y en los penaltis, que dos años antes le habían servido para imponerse a los lusos en las semifinales, les salió cruz (0-2).

También fue cruel el desenlace contra el Vic. Los dos encuentros, tanto el de ida como el de vuelta, terminaron igual, 2-2, pero los rojiblancos eliminaron a los coruñeses con un gol de oro en la prórroga. Menos opciones tuvieron en la temporada 2015-16. El 6-0 en la ida en el Palau Blaugrana fue definitivo. El 2-2 de la vuelta confirmó la clasificación del Barcelona. Y ya el año pasado, el Benfica fue el encargado de dejar sin final a cuatro al Liceo. Los lisboetas se impusieron por 2-3 en A Coruña y remataron en el Estadio de la Luz con un 6-2. Cinco decepciones a las que poner fin desde mañana.