El Liceo roza con los dedos la final a cuatro de la Liga Europea. El 7 de abril se plantará con una ventaja de tres goles en Reus para disputar la vuelta de los cuartos de final. Una renta que si no imposible de remontar, sí es importante sobre todo si en tu portería se acuclilla alguien llamado Xavi Malián. El meta liceísta frustró a la mejor delantera de la liga, frenó en dos ocasiones las directas del especialista Raúl Marín -y una más a Álex Rodríguez- y evitó cualquier atisbo de peligro. Tampoco es que tuviera mucho trabajo porque el conjunto dirigido por Jordi García vino a A Coruña con un planteamiento conservador, casi dejar pasar los minutos sin arriesgar lo más mínimo e intentar aprovechar sus ocasiones a la contra. Los verdiblancos, no obstante, no pudieron aprovechar su superioridad hasta la recta final del partido, con dos goles en el mismo minuto que premiaron su mayor apuesta de juego. Ahora solo les falta rematar.

La afición volvió a responder a la llamada. Más de 3.000 espectadores que desde el inicio llevaron en volandas a los suyos, con una alegría nada más empezar ya que Eduard Lamas adelantó al Liceo en el minuto dos. Se pudo truncar el resultado con la azul a Miras. Malián, enfadado con sus compañeros en los primeros minutos, tapó los huecos a Marín y el Liceo aguantó en inferioridad. Tuvo después, con Carlo di Benedetto de protagonista, un par de ocasiones claras. Perdonó y no lo hizo el pichichi rojinegro para el 1-1. Sin tiempo para celebrarlo, los árbitros señalaron penalti a favor de los locales. Miras, que ha recuperado el pulso a bola parada, mandó el partido al descanso con el 2-1.

Los verdiblancos dominaban y Malián solventaba atrás porque el Reus, aunque llegaba poco, lo hacía con mucha puntería. El único problema para el Liceo, de nuevo, fueron las faltas. En la décima, Marín se estrelló contra Malián en la directa. También tuvieron su oportunidad los locales. El Reus cometió la décima. Los árbitros no picaron con el piscinazo de Marín en el área que le costó una falta directa a su equipo y a él, la azul a mayores por protestar. Eduard Lamas mandó la directa fuera y prolongó el suspense hasta la recta final. Un penalti, de nuevo ejecutado por Miras, y un gol a los pocos segundos de Carlo di Benedetto, sentenciaron. Quedó una directa para el Reus, por la decimoquinta falta liceísta, que Malián se encargó de detener a Álex Rodríguez.