Las selecciones de España y de Brasil subieron su cotización para ser consideradas favoritas en el Mundial de Rusia, junto a Alemania que sigue también entre las candidatas, mientras que otras como Francia, Argentina o Portugal dejaron alguna duda.

A falta de menos de dos meses del inicio de la Copa del Mundo y tras la disputa del último parón internacional, parece que hay tres combinados que llegan en mejor forma para pelear por levantar el título, encabezadas por la canarinha y por la roja, en una gran racha de forma y juego.

España, campeona del mundo en Sudáfrica en 2010, vuelve a posicionarse entre las serias candidatas gracias a la revitalización futbolística que se produjo tras el final de la etapa de Vicente del Bosque, discreta tanto en el Mundial de Brasil como en la Eurocopa de Francia, y el inicio de la de Julen Lopetegui.

El técnico guipuzcoano ha conseguido, de momento, dar con la tecla y ha provocado que haya aumentado la confianza en la triple campeona de Europa para codearse con las mejores del mundo, avalada de nuevo por el estilo con el que dominó el panorama futbolístico de 2008 a 2012 y rejuvenecido por nuevos talentos.

Una fase de clasificación impoluta, en la que superó a una Italia que la había eliminado en la Eurocopa 2016 y a la que goleó en Madrid (3-0), y lo ofrecido en los dos últimos amistosos ante Alemania (1-1), actual campeona del mundo, y Argentina (6-1), subcampeona, aunque sin Leo Messi, han disparado la euforia en un equipo que lleva 18 partidos sin perder.

Brasil, por su parte, encadena ocho partidos consecutivos sin perder y en total sólo ha encajado una derrota en los últimos 18, en un amistoso ante Argentina en Melbourne. Antes de esa derrota con la albiceleste, la canarinha llevaba nueve victorias seguidas tras la llegada al banquillo de Adenor Leonardo Bacchi, Tite.

El técnico sustituyó a un Carlos Dunga que apenas había mejorado a una selección desde la debacle de su Mundial y, alrededor de Neymar, ha construido un equipo que vuelve a apostar por el jogo bonito que la caracterizó anteriormente. En busca de su sexta estrella, el martes se tomó una pequeña revancha del famoso 1-7 del Minerão al ganar 0-1 en Berlín a Alemania sin el concurso de su estrella, actualmente lesionado y de cuyo estado físico penden que sus opciones sean aún mayores.

Pese a esta derrota, la actual campeona del mundo se plantará como el rival a batir en Rusia, no sólo por ser el defensor de la Copa Jules Rimet, sino porque su estado de forma también lo demuestra. Y es que antes de caer en la capital ante los brasileños, los de Joachim Löw acumulaban 22 partidos sin perder.

El técnico habrá tomado buena nota de los dos amistosos ante España y Brasil para retocar las cosas que puedan fallar en una maquinaria bien engrasada, con futbolistas campeones del mundo en plenitud y nuevos valores que ya han demostrado su calidad. De todos modos, en sus últimos cuatro amistoso ante cuatro potencias (Inglaterra, Francia, España y Brasil) no fue capaz de ganar.

Francia no quiere perder su candidatura, aunque haya dejado dudas en sus últimos amistosos, sobre todo el pasado viernes en París donde fue sorprendida por Colombia (2-3). Recuperó su mejor juego ante Rusia (1-3) y su calidad equipo le hace aspirar a dar un salto más.

Deseosa de entrar en las quinielas está Inglaterra, que ha cogido impulso con la llegada de Gareth Southgate, pero a la que los grandes torneos se le atragantan bastante. Firme defensivamente y a la espera de recuperar a Harry Kane, estuvo cerca de ganar a España y en noviembre sacó dos positivos empates sin goles ante Alemania y Brasil, mientras que en esta ventana, pudo con Holanda en busca de su identidad perdida (0-1) y empató de nuevo en Wembley ante Italia (1-1).

Peor le están yendo las cosas a la Portugal. Pese a los goles de Cristiano Ronaldo, la actual campeona de Europa no está ofreciendo solidez y en los últimos amistosos ha empatado con Estados Unidos, ha sufrido para ganar a Egipto y fue arrollada por Holanda (0-3).

Finalmente, está Argentina, repleta de dudas y acechada por nuevas críticas tras el 6-1 del martes, aunque es cierto que, además de la ausencia de Messi, Jorge Sampaoli no pudo contar con Di María ni Kun Agüero, además de no convocar a Paulo Dybala.