El Barcelona salvó su condición de invicto ante el Sevilla con los goles de Suárez y Messi , truncando un festival andaluz que dominó y perdonó ante un líder perezoso e inoperante hasta que encontró la luz en un minuto de gloria en el Sánchez-Pizjuán.

El cuadro local saltó con todo sin penar en la Champions y maniató al Barça en el medio del campo con N'Zonzi y Mudo Vázquez. El líder estuvo dormido en defensa y sin pólvora en ataque en el regreso a la competición tras el parón por selecciones.