El Madrid intentará asaltar hoy el Juventus Stadium de Turín, una ciudad históricamente adversa al equipo blanco. Enfrente, una Juventus mejorada y en busca de la revancha de la última final, en Cardiff (4-1). Diez meses después de verse las caras en el Millenium Stadium, el actual campeón y subcampeón continental se vuelven a ver las caras en un cruce al que ambos llegan después de haber mostrado sus respectivas credenciales en los octavos de final eliminando al Tottenham y el PSG.

Si bien el Madrid le ha ganado dos finales de Copa de Europa a la Vecchia Signora, en 1998 y en 2017, a doble partido la historia es bastante diferente y desde el año 1986, los últimos cuatro cruces han sido para el actual líder de la Serie A italiana, todo un aviso para los de Zinedine Zidane. A esto hay que añadirle que Turín no es una ciudad amable para el conjunto español, que no gana allí desde 1962, también en cuartos. Desde entonces, ocho visitas más a la capital del Piamonte, incluida una al Torino en 1992, y sólo un empate (2-2, en la fase de grupos de 2012-13) como resultado valioso.

Diez meses después del partido del Millenium, no se esperan grandes cambios en el once del Madrid que empezó aquel choque, con la única duda de quién completará el centro del campo. Isco, Asensio y Lucas Vázquez parecen los mejor colocados para acompañar a Casemiro, Modric y Kroos. El mejor situado parece Isco, tanto por su gran actuación con la selección española contra Argentina como por su ausencia el sábado en el campo de la Unión Deportiva Las Palmas. Zidane no quiso dar muchas explicaciones. "Quizás con la selección Isco sea diferente porque tiene ocho partidos y aquí 60, jugamos cada tres días", afirmó el francés.

Por su parte, la Juventus también se presenta muy mejorada respecto al final de 2017 y reforzada tras su pase a los cuartos de final del máximo torneo continental. No derribó a un peso pesado, pero sí a un Tottenham que parecía que tenía en sus manos a los de Massimiliano Allegri en ambos partidos y que acabó eliminada en Wembley.

Esto dice mucho del carácter competitivo de una Vecchia Signora que también ha terminado por arrebatarle el liderato de la Serie A al Nápoles y que apunta a su séptimo Scudetto consecutivo, prueba de su hegemonía actual en el fútbol italiano. Allegri tendrá importantes bajas para este choque ya que no puede contar por sanción con el bosnio Pjanic, clave en el centro del campo, ni con el central Benatia. Betancour o Marchisio entrarán por el primero, mientras que Barzagli o Rugani formarán junto a Chiellini en una defensa que no es tan atemorizante como la del año pasado, pero que sigue siendo eficaz y experta en este tipo de enfrentamientos.