El Madrid hizo valer el resultado de la ida en Turín (0-3) para acceder a sus octavas semifinales de la Liga de Campeones consecutivas. El equipo blanco se clasificó a pesar de perder en el Santiago Bernabéu 1-3 ante un Juventus que rozó la machada tras una demostración de fuerza, equilibrio y contundencia, pero que acabó claudicando ante un tanto de Cristiano Ronaldo desde el punto de penalti en el tiempo extra.

Los blancos rozaron el ridículo ante los bianconeri. No tomaron nota del Barcelona y su debacle en Roma. En dos minutos ya habían recibido el primero y, desde ahí todo fue mal. El gen de Cristiano de supervivencia hizo despertar al Madrid de una noche negra. Una noche en la que los de Allegri demostraron el carácter suficiente para no rendirse y pelear el pase hasta el final. Y así fue.

El árbitro señaló penalti sobre Lucas Vázquez y Cristiano abrochó el tanto de la tranquilidad. Un gol, que por el momento, ayuda a salvar una temporada que hubiese tenido su punto final ayer.

El decálogo de la remontada estaba estudiado por los de italianos. El primer mandamiento era encontrar un gol rápido. Y sin tiempo para asentarse ninguno de los dos equipos, lo encontraron. Mandzukic remató a placer un centro perfecto de Khedira.

El tanto despertó al Bernabéu pero no a los blancos. Higuaín pudo hacer el segundo en dos ocasiones pero, primero, desaprovechó un mano a mano, y un rebote. Segundo toque de atención que sí revitalizó a los blancos, que comenzaron a estirarse.

Los de Zidane perdonaron y cuando mejor estaban, se llevaron un nuevo golpe. Y da la misma forma que el primero. Centro desde la derecha que entró sustituyendo a De Sciglio, y remate del ex delantero del Atlético.

La entrada de Asensio y Lucas Vázquez en la segunda parte reactivó al Madrid que, con posesiones largas generaban poco peligro. Matuidi aprovechó un error de Navas para hacer el tercero y dejar el feudo blanco en estado de 'shock'. Y cuando ya asomaba la prórroga por el horizonte llegó el penalti.