Arranca una semana importante para el futuro de la OK Liga. Quedan cuatro partidos para el final de la competición y dos se disputarán entre hoy y el domingo. Como son cuatro puntos los que separan al Barcelona del Liceo, todo puede pasar. Desde que los azulgrana canten el alirón si hay un tropiezo verdiblanco hasta que se estreche el margen y el título se ponga al rojo vivo de cara a las dos últimas jornadas. El conjunto coruñés, por su puesto, se apunta a la segunda opción. Para ello, no puede fallar ni esta mañana contra un siempre complicado Igualada (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.30 horas) ni el sábado ante el Vic, y depende que sea su rival el que tenga un despiste o bien hoy frente al Vic o el domingo contra en la pista de un Lleida que acaba de proclamarse campeón de la Copa CERS.

Juan Copa recupera para el partido de hoy a César Carballeira, que ya cumplió la sanción impuesta tras ver tarjeta roja en el duelo frente al Alcoy. La baja del defensa coruñés y la de su compañero Eduard Lamas, lesionado, provocaron que el Liceo tuviera que hacer un esfuerzo extra, con solo dos recambios, en el encuentro del sábado contra el Lloret. Los verdiblancos ganaron por 2-3, aunque terminaron pidiendo la hora y Xavi Malián atajó una falta directa en el último minuto para atar el triunfo. Solo tres días después, con el viaje a Cataluña de por medio, un nuevo test. Difícil, porque el Igualada siempre es combativo y complicado. Los arlequinados perdieron el sábado contra el Barcelona por 4-6, y aunque plantaron cara, los goles les entraron ya al final, cuando ya no había mucho que hacer.

En la primera vuelta el Liceo se impuso a domicilio por 2-4 en un encuentro que tuvo controlado y que sentenció Sergi Miras a dos minutos para el final. La velocidad de dos jugadores pequeños como Sergi Pla y Roger Bars les ha hecho mucho daño. También destaca la vuelta al Palacio de los Deportes de Riazor de Oriol Vives, que vistió la camiseta verdiblanca hace dos temporadas, un jugador muy completo cuya presencia es vital tanto delante como detrás. La portería además está bien cubierta con Elagi Deitg. Un partido complicado pero con un premio gordo, pendiente de lo que pueda rascar el Vic en el Palau. Los rojiblancos ya se han salvado matemáticamente en una campaña muy complicada para ellos, pues pasaron de luchar por los títulos a ver de cerca el descenso. Por eso sorprendieron en la primera vuelta cuando empataron al Barça (3-3), uno de los pocos descarrilamientos de los culés, que en 26 jornadas solo perdieron un partido y empataron tres.