Si el Barcelona quiere ganar la OK Liga tendrá que remar hasta el final. Porque el Liceo no está dispuesto a regalar nada. Tampoco es que los culés estén sufriendo. Su última parte de la temporada está siendo un festival, el último ayer frente al Vic, al que endosaron un 10-0. Los verdiblancos se aferran a sus opciones. Ganaron al Igualada por 6-2 y siguen al acecho, a cuatro puntos, esperando que ocurra lo inesperado, un tropiezo del Barça. Pero nadie falla y ya solo quedan tres jornadas, la próxima ya el fin de semana, con la visita del Liceo al Vic y la del Barça al Lleida.

Tres partidos en una semana que ponen a prueba el estado físico del conjunto coruñés, uno de sus fuertes. El primero de la serie, el del sábado en Lloret, exigió además un esfuerzo extra al arrastrar las bajas del lesionado Eduard Lamas y el sancionado César Carballeira. Este último ya jugó frente al Igualada, un encuentro que los verdiblancos jugaron con crespón negro en memoria de Alberto Areces, por el que también se guardó un minuto de silencio, y que fue más reñido que lo que dice el marcador.

El conjunto ayer rosa, que no arlequinado, y siempre correoso, salió muy bien plantado y presionando, pero los locales finalizaban todas sus jugadas y solo los palos, hasta cuatro en la primera parte y otro en la segunda, evitaron la goleada. La conexión Torres-Di Benedetto fue la ganadora. Tanto en el inicio como al final. En la primera parte fue el francés el que asistió al coruñés para el 1-0, un resultado que redondearon Josep Lamas y el propio Torres antes del descanso, al que se llegó con una azul a Miras y una directa que paró Malián a Vives.

Los visitantes despertaron en la segunda parte. Inquietaron, pero nunca pareció que la victoria peligrara, ni cuando Molas recortó. Parecía más bien un hecho aislado. Respondió Payero con el 4-1, pero el Igualada se puso a dos con el tiro de directa y pudo asustar más, pero Vives falló un penalti a cuatro para el final. El Liceo aprovechó para sentenciar. Torres devolvió a Di Benedetto los favores con dos asistencias para dos goles, el 6-2.

Otras de las noticias del partido fue el debut de Fabrizio Ciocale. El argentino, que el fin de semana fue partícipe del ascenso del filial liceísta a Primera y jugó un papel decisivo en los títulos sénior y júnior, tuvo el premio no solo de la convocatoria para el partido de la OK Liga, sino también el de debutar y el de hacerlo con muchos minutos, tanto en la primera como en la segunda parte. Fue prácticamente uno más en las rotaciones de Juan Copa. Y cuando salió a la pista, no desentonó y, ni mucho menos, se asustó del salto de categoría. Tiene patín, técnica, buena visión de juego y descaro. Ingredientes para el éxito.