El Barcelona aprovechó su primera oportunidad y ayer se proclamó campeón de la OK Liga al ganar por 2-4 a un Lleida plagado de bajas. La pista ilerdense, escenario del último alirón liguero del Liceo, fue talismán para los azulgrana. Este es el tercer título de la temporada para el coruñés Ignacio Alabart tras levantar la Supercopa de España y la Copa del Rey y la próxima semana puede sumar otro en la final a cuatro europea. Antonio Miguélez, por su parte, también contribuyó a la liga ya que debutó con el primer equipo.