El Barcelona recibe esta noche al Villarreal en el Camp Nou en partido aplazado de la jornada 34, en el que los blaugranas intentarán proseguir con la fiesta del alirón pese a la resaca del clásico mientras que los castellonenses tienen cerca el objetivo de sellar la plaza europea. La temporada prácticamente ha acabado para el Barça, que con el doblete de la Copa del Rey y LaLiga tiene sus objetivos cumplidos, pero todavía tienen ante sí el bonito reto de conseguir ser el primer equipo en ganar una Liga sin haber perdido un solo partido.

Ernesto Valverde, que hará rotaciones, está a tres partidos de pasar a la historia como el entrenador que logró esa imbatibilidad en Liga. De momento, el Barça suma 26 victorias por 9 empates, el último de ellos en el clásico del pasado domingo.

Un duelo contra el Madrid que más allá del resultado (2-2) fue reñido e intenso, por lo que algunos jugadores podrían tener descanso. El rival es atractivo, también el partido por el mero hecho de que el Villarreal sí hará el pasillo de campeón al Barça y los aficionados vivirán una nueva fiesta previa al choque.

Pero puede que sea una reválida, la primera de tres posibles, para jugadores que no han tenido el rendimiento esperado y cuyo futuro en el equipo está en el aire. No es el caso de un Yerry Mina que llegó para ocupar el sitio de Javier Mascherano en enero, y que seguirá salvo sorpresa en el vestuario pero con necesidad de demostrar su valía.

El colombiano podría ser, entonces, una de las novedades para recibir al Villarreal, mientras que Nelson Semedo -presumiblemente titular por la sanción de Sergi Roberto-, Denis Suárez, Vermaelen por Umtiti, André Gomes o Paco Alcácer sí vivirán ese examen particular. Y con el objetivo de contribuir a buscar esa imbatibilidad y no ser señalados.

Más retos tiene el Villarreal, que en función del resultado que obtenga el Sevilla ante el Madrid en un partido que empezará hora y media más tarde, podría sellar su billete para la Liga Europa de la próxima temporada, aunque para ello tenga que ganar a un Barça que insiste en parecer imbatible en la competición doméstica a falta tan solo de tres jornadas.