En medio de una tormenta, Richard Carapaz (Movistar) ganó la octava etapa del Giro ayer en el Santuario de Montevergine di Mercogliano y se convirtió en el primer ecuatoriano en lograr un triunfo en una gran vuelta ciclista, en una jornada marcada por otra caída del británico Chris Froome (Sky)

En un día muy lluvioso, el británico Simon Yates (Mitchelton) conservó el maillot rosa de líder tras una llegada en alto que no cambió el orden de los primeros puestos de la clasificación.

Tras 17 kilómetros de ascensión, Carapaz, que disputa su segunda gran vuelta, ganó en solitario al escaparse con autoridad en el último kilómetro.

"Estoy muy contento y emocionado. Es mi primera victoria en una gran vuelta y he trabajado duro para llegar aquí", dijo tras levantar los brazos el corredor de Movistar.

Carapaz fue capaz de conservar una corta ventaja de 7 segundos sobre el italiano Davide Formolo, el primero de los perseguidores. El francés Thibaut Pinot fue tercero de la etapa tras haber lanzado el esprint. Ahora es cuarto en la general a 41 segundos.

Yates tiene 16 segundos de ventaja respecto al holandés Tom Dumoulin, que defiende su triunfo del año pasado, y 26 respecto al colombiano Esteban Chaves.

Froome, por su parte, se cayó a 5,5 kilómetros de la meta, al resbalar en una curva debido a la lluvia. El cuatro veces ganador del Tour de Francia se fue al suelo por el lado derecho, el mismo que en su anterior caída, en el reconocimiento del recorrido en Jerusalén, en la primera etapa. Pero pudo acabar el día en el grupo de los mejores, a 7 segundos del vencedor.

Sin participar en el Giro desde 2010, su redescubrimiento de la ronda italiana no está siendo sencillo. Tras su primera caída perdió tiempo en la llegada de Caltagirone (4ª etapa) y sufrió en las pendientes del Etna (6ª). A pesar de los contratiempos, el minuto y 10 segundos que tiene de desventaja con Yates no le aparta de la victoria.

Ayer, en el recorrido de 209 kilómetros, siete corredores (Van der Sande, Polanc, Bouwman, Mohoric, Montaguti, Torres y Villella) iniciaron una escapada en la primera hora de carrera y afrontaron la subida final con dos minutos de ventaja sobre el pelotón.

El holandés Koen Bouwman, último superviviente, fue superado por Carapaz junto cuando pasaba la señal de último kilómetro.

La novena etapa de la ronda italiana se disputará hoy y tendrá la meta en el puerto del Gran Sasso d'Italia, a 2.135 metros de altitud. La ascensión, de 26,5 kilómetros, es muy complicada en su parte final, cuando se alcanza el Campo Imperatore, donde Benito Mussolini fue liberado de la prisión en 1943 por el comando SS de Otto Skorzeny.