Fernando Alonso ganó de manera espectacular el Gran Premio de Europa al superar en las últimas vueltas al brasileño Felipe Massa (Ferrari) y tras aprovechar la aparición de la lluvia en el tramo final de la carrera. Sobre agua, el español es hoy por hoy prácticamente imbatible.

Este triunfo, decimoctavo de su carrera y tercero de la presente temporada, permitió a Alonso pasar de doce a sólo dos puntos su desventaja respecto al líder del campeonato, su compañero de escudería el británico Lewis Hamilton, noveno en una carrera que ya se le arruinó la víspera a causa del aparatoso accidente que lo relegó a la décima plaza y del que salió ileso.

El piloto español ya anunció que la suerte va por barrios y que unas veces está de lado de un piloto y otras veces de otro. La mala racha que Alonso acumuló en diversas fases del presente campeonato cambió de sitio en el Nürburgring alemán. Hamilton, en el podio en sus nueve primeras carreras, vio truncada su impresionante racha y su renta, prácticamente diluida.

Hamilton salió del Gran Premio de Francia con 14 puntos de ventaja sobre Alonso y en dos carreras este hueco se ha quedado en sólo dos unidades.

Además, el abandono por avería mecánica del finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) hizo que éste saliera de Alemania con la misma desventaja de dieciocho puntos con la que llegó al Gran Premio de Europa.

Esta semana, sin embargo, el protagonismo lo centrará la comparecencia del equipo McLaren-Mercedes ante el Consejo Mundial de la FIA, que en la caso de hallar pruebas del supuesto espionaje del que le acusa Ferrari podría recibir sanciones que incluso podrían afectar a sus dos pilotos, Alonso y Hamilton.

El trasvase de documentación confidencial entre Nigel Stepney, ex coordinador de mecánicos de Ferrari, y Mike Coughlan, ex responsable de diseño de McLaren-Mercedes, ha salpicado al equipo que dirige Ron Dennis, al que la escudería italiana acusa de haberse beneficiado de la información sustraída.

Dennis insiste una y otra vez en que McLaren nunca ha estado en posesión de dicha información y que la existencia de los documentos sólo la conocía Mike Coughlan, por lo que nada pudo usarse en el desarrollo de los coches que pilotan Alonso y Hamilton. Además, asegura "categóricamente" que ninguna información de Ferrari ha sido usada en momento alguno en el desarrollo de sus monoplazas.

Ferrari también se ampara en un supuesto correo electrónico enviado por Stepney a Coughlan en el que le informaba de la existencia de un fondo plano móvil en los coches de Ferrari, un elemento que fue prohibido por la FIA tras una protesta de McLaren después del Gran Premio de Australia.

El Consejo Mundial de la FIA estudiará el jueves todos los datos, pero se desconoce si ese mismo día emitirá un veredicto que en el caso de ir en contra de los intereses de McLaren-Mercedes podría afectar no sólo a la escudería anglo-alemana, sino también a sus pilotos, como recientemente afirmó Max Mosley, presidente de la Federación Internacional.