Álvaro FaesEnviado especial a Nürburgring (Alemania)Llegó el agua y apareció el mejor Alonso. Los grandes pilotos se crecen en condiciones adversas y el asturiano enseñó ayer toda la clase que lleva en sus manos. Fueron muchas las carreras de infancia bajo la persistente lluvia fina y de ahí le llega la maestría al bicampeón. Supo mantenerse sobre una pista empeñada en echar fuera todos los coches, con el primer e inesperado chaparrón y luego sacó provecho del postrero chubasco para acosar a Massa y arrebatarle un triunfo que ya se iba camino de Brasil. La nueva "S" Schumacher registró su primera imagen para la historia con el adelantamiento al Ferrari que lideraba desde hacía muchas vueltas. Cuando ya se daba por bueno el descuento de puntos de la segunda posición, el anuncio de la inminente lluvia puso en guardia a los pilotos. El doble campeón fue el más hábil para poner en jaque a Massa y volver a saborear una victoria que no conseguía desde Mónaco. Alonso saltó la banca del Mundial y vuelve a lucha por el título. Mete más presión que nunca a Lewis Hamilton, al que ya sólo le deja dos puntos de margen y da un golpe de autoridad al mostrarse como un piloto grandioso, casi inaccesible, en una carrera épica. La zona montañosa de la región alemana de Eifel, donde está el circuito de Nürburgring, es de clima impredecible. Ya lo había avisado el viernes, pero como concedió el sábado de tregua, pocos esperaban lo que pasó ayer. Darse la salida y empezar a caer agua fue todo uno. Raikkonen conservó su primer puesto, a Alonso se le coló Massa y Hamilton recuperaba desde atrás, aunque volvía a perder posiciones al sufrir un pinchazo. Eso pasó en seco, pero segundos después, comenzó la descarga. Nadie completó el primer giro porque todos entraron a poner gomas de agua. Y ahí comenzó el festival. La primera actuación, de Raikkonen, que ya estaba dentro del carril que lleva a los garajes, perdió el control y se vio de nuevo en la pista. El problema se agravó porque el agua arreció y llevar neumáticos de mojado era igual que caminar en calcetines por un suelo encerado a conciencia. La primer curva tras la recta de meta se convirtió en una catapulta hacia la gravilla. Button, Hamilton, Rosberg, Sutil y Speed formaron una montonera al final de la escapatoria. Y se produjo una situación extraña aunque sin consecuencias. Acudió una grúa y eligió el coche del líder del campeonato para devolverlo a la pista. Hamilton, que no se había bajado y mantenía el motor encendido, puso a andar de nuevo al MP4/22 y volvió a la carrera, pero con una vuelta perdida. Los pilotos sufrían para mantenerse y el esperpento llegó a su esplendor cuando Winkelhock, el debutante de Spyker, se situó líder al haber salido directamente con gomas rayadas. Salió el coche de seguridad pero hacían falta otras medidas. Cuatro vueltas de suplicio acuático resultaron suficientes para que una bandera roja detuviese aquella locura. Todos al pit lane. La nueva formación de carrera se parecía poco a la parrilla inicial. Cesó el temporal y Hamilton recuperó su vuelta por delante del safety car, justo antes de entrar de nuevo, ahora para poner gomas de seco. Tanta entrada y salida acabaron con las aspiraciones del inglés, que todavía se haría otra excursión por la grava en la curva siete. Se fue el coche de seguridad y la carrera se relanzó, con los Red Bull en una sorprendente tercera y cuarta posición. Coulthard, líder casualSólo se llevan disputadas once vueltas efectivas y Raikkonen entra para el primer repostaje. Dos más tarde lo hacen Massa y Alonso, que dejan líder momentáneo a Coulthard. Hamilton anda en última posición con vuelta perdida e inicia una remontada que casi culmina con un punto. Se quedó a las puertas, noveno, tras dejar algún detalle, como un arriesgado adelantamiento a Fisichella. Por primera vez se queda fuera del podio. Raikkonen prolongó ayer su mala suerte en Nürburgring. Rompió la caja de cambios y consumó su cuarto abandono en cinco años. Massa ya acariciaba la victoria cuando la lluvia le jugó una mala pasada. Nacían nuevas e inesperadas opciones para Fernando Alonso. A nueve vueltas comenzó a llover. Ambos entraron para un nuevo cambio de neumáticos y el asturiano comenzó el acoso y derribo. Recortó la distancia en un santiamén. Se subió a la chepa de Massa, sacó la varita mágica y regaló una imagen de las que quedan en la retina al final del año. Había nuevo líder de carrera, ganador y un candidato firme para el título. mundial. El brasileño se queda con un sabor amargo y Raikkonen, sin repetir Felipe Massa (Ferrari), segundo en la carrera tras ser adelantado por Fernando Alonso a cinco vueltas del final, declaró que le quedó un sabor amargo al no poder ganar. "El segundo puesto me deja un poco de sabor amargo porque hice una gran carrera hasta que al final comenzó a llover. Con los neumáticos para agua comencé a notar unas vibraciones que hizo que el coche perdiera todo el equilibrio", señaló. "Con la pista seca pude alejarme de Alonso porque el coche se comportó muy bien, pero la lluvia al final lo echó todo por tierra", agregó. Lo positivo para Massa, según dijo, es que pudo recortar ocho puntos respecto al líder del campeonato, el británico Lewis Hamilton: "Quedan muchas carreras y tengo que tener confianza". Por su parte, el finlandés Kimi Raikkonen, que tuvo que abandonar por una avería mecánica, sigue enemistado con el Nürburgring, un circuito en el que la suerte casi siempre le da la espalda, y continúa sin poder encadenar tres victorias consecutivas.Raikkonen, que llegó a Alemania tras ganar sucesivamente en Francia y Gran Bretaña, tomó la salida con la intención de lograr por fin un tercer triunfo consecutivo. Pero una vez más se quedó a las puertas. La de ayer era la tercera vez que Raikkonen busca tres victorias seguidas. En 2005 le sucedió dos veces. "Estoy muy decepcionado. Estaba en una buena situación, justo por detrás de Felipe (Massa) y (Fernando) Alonso. El coche estaba siendo muy rápido y estaba convencido de que podía ganar. Pero gradualmente el sistema hidráulico comenzó a fallar, empecé a perder tiempo y tuve que parar", dijo.Hamilton contó con la asistencia de una de las grúas del circuitoJenson Button abrió la espita en la primera curva y Sutil le siguió. Detrás, Hamilton, Rosberg y Speed. Quien más y quien menos abandonó a toda prisa el coche. Volante fuera y pies en polvorosa. Todos, menos el inglés. Su motor seguía en marcha y tuvo la picardía de no apagarlo. Una de las grúas del circuito acudió para sacar aquellos coches del atolladero. La imagen de la montonera de coches contra la protección era, cuando menos, curiosa. Y más todavía la de la pluma devolviendo el McLaren al asfalto con Hamilton dentro del monoplaza. El británico pisó el acelerador y se reintegró a la carrera entre la sorpresa general. La situación que provocó la grúa no fue demasiado segura. En ese punto se salían los coches uno tras otro. Poco después, cuando todavía no había abandonado la zona, el italiano Liuzzi perdió el control de su Toro Rosso e impactó ligeramente con la grúa.Toda una lección El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) consideró que éste ha sido su peor fin de semana, y que aprendió diez veces más que en la última carrera. "Me ha pasado de todo. Llegué aquí resfriado, tuve uno de los peores accidentes de mi vida, en carrera me salí dos veces a la grava, llovió... Pese a no ser el mejor escenario para aprender, lo he hecho diez veces más que en la última carrera. Desde la primera carrera estoy diciendo que esto podía suceder. Así son las carreras", dijo.