El pulso mantenido todo el verano entre Real Madrid y Manchester United, primero a costa de la renovación de Sergio Ramos y posteriormente en el intento de intercambio de porteros entre David de Gea y Keylor Navas, deja al internacional español tocado en una situación incómoda y al costarricense, señalado.

El fin a una pérdida continua de imagen de Iker Casillas en tres años siendo el centro de la crítica acabó con la salida del capitán, hastiado, del Real Madrid. El debate de la portería, encendido desde la 'era Mourinho', parecía acabarse con la seguridad que daba la presencia de Keylor Navas y el regreso a casa de Kiko Casilla, tras un crecimiento meritorio en el Espanyol.

Sin embargo, la directiva blanca presidida por Florentino Pérez tenía el objetivo marcado en David de Gea, al que no dudan en señalar como "heredero de Casillas en la selección española y el Real Madrid". Su llegada cubriría la portería al menos para una década. Fin al eterno debate.

La operación siempre estuvo en manos de Jorge Mendes, señalado por todos como el mejor representante del mundo, que también sale dañado del desenlace final. El Manchester United se negó a negociar hasta el último día, pero la experiencia en casos similares de Florentino Pérez instalaba el optimismo en el Real Madrid.

De paso, el técnico del equipo, Rafa Benítez, daba dos titularidades consecutivas a Keylor, que brillaba ante el Real Betis y de golpe encontraba el cariño de la exigente afición madridista.

Nada perturbaría los planes marcados. Keylor debía marcharse y así lo sabía desde que se incorporó en pretemporada. El Real Madrid había dado su palabra a De Gea y ni los 25 millones de euros de la operación más el portero costarricense frenarían su deseo.

El Manchester culminó su venganza ralentizando todo el papeleo de los fichajes. Lo que se pudo hacer en meses había que hacerlo en horas de una tarde-noche que avanzaba sin freno. De Gea, intranquilo en su domicilio, Keylor en Valdebebas pasando un reconocimiento médico tras aceptar doblar su ficha en casa de los 'diablos rojos' y el Real Madrid confiando hasta el último segundo en cerrar la operación.

El resultado, conocido por todos, mancha el nombre de dos de los mejores clubes de Europa y sobre todo deja dos damnificados: De Gea y Keylor. El internacional español está hundido anímicamente tras ver cómo sus sueños se desvanecían sin un argumento sólido.

No quiere seguir viviendo en Manchester, dio los pasos que tenía que dar para forzar la operación enfrentándose incluso a Louis Van Gaal y su temido carácter y no esperaba este final. En la selección española, custodiado por su inseparable amigo Juan Mata, encontrará el apoyo de un grupo de amigos con Casillas como la voz de más experiencia para darle el consejo adecuado. Mientras, Keylor se queda en un club en el que sabe que valoran más a otro portero y en el que apenas ha tenido oportunidades.

La primera vez que enlaza dos partidos oficiales consecutivos, sin encajar un solo tanto y brillando, recibe un duro golpe de desconfianza. Dos semanas con Costa Rica y el atractivo duelo con Brasil le servirán para volver a Madrid renovado mentalmente.

En el fútbol no todo está visto, aunque lo parezca. La noche del cierre del mercado veraniego de la temporada 2015/16 ya ha pasado a la historia por el 'caso De Gea'. Ahora, si el portero español quiere ir a la Eurocopa, se verá obligado a renovar con el Manchester United para recibir el perdón de Van Gaal. La otra opción, más difícil tras el fiasco de la operación, sería esperar al Madrid en enero o arriesgarse a un año en blanco en su club y con La Roja para llegar libre al equipo blanco en junio de 2016. El 'culebrón' no ha acabado y ya tiene, al menos, dos heridos en las porterías.