Christian Stuani (Canelones, Uruguay, 1986) se quedó solo en una posibilidad. Tras pasar con éxito el reconocimiento médico el pasado lunes en A Coruña, el delantero se marchó ayer tras fracasar las negociaciones para convertirse en futbolista del Deportivo. La razón está en las dificultades que generó el club propietario de su ficha, el Reggina, ya que entre el club coruñés y el jugador el acuerdo era casi absoluto, pendientes de los ya habituales flecos, para que se incorporase al trabajo a las órdenes de José Luis Oltra en Abegondo.

El uruguayo pertenece al Reggina Calcio, de la Serie B italiana, desde 2008-09, última temporada en la que militó en la Serie A. Tras el descenso empezó su etapa de cesiones en tres equipos del fútbol español -Albacete (2009-10), Levante (2010-11) y Racing de Santander (2011-12)-. Esta podría ser la cuarta, de haber alcanzado un acuerdo entre las tres partes implicadas. Pero el club italiano no estaba por la labor, ya que el futbolista acaba contrato el próximo 30 de junio. Esta era la última oportunidad que tenía de recuperar parte de la inversión que realizó cuando contrató al atacante procedente del Danubio de Montevideo, pero no hubo acuerdo.

La versión oficial del Deportivo es muy simple: "Tenemos establecidas unas directrices para realizar fichajes, no puede venir cualquier futbolista a cualquier precio". Hay que entender que con estas palabras desde el club se refieren a lo que pedía el Reggina, e incluso a ciertas exigencias del jugador, o, mejor dicho, de su agente, Paco Casal -representado en este caso por José Luis Zalazar-, que controla de manera absoluta el mercado uruguayo y que en su momento trabajó con el Deportivo -Loco Abreu y Manteca Martínez eran futbolistas que él representaba-. Es posible, por lo que comentan ciertas fuentes próximas al club, que sus exigencias hubiesen aumentado con el paso de las negociaciones. Quizá ahí encaje la frase del portavoz oficial del club "no puede venir cualquier futbolista a cualquier precio". Hay que amoldarse a unas normas que pretenden cumplir escrupulosamente con todas las llegadas, para alcanzar las metas económicas marcadas por Lendoiro.

La llegada de Stuani satisfacía plenamente al cuerpo técnico y al presidente blanquiazul, incluso también a los seguidores, conocedores de lo que había aportado durante su presencia en los últimos tres años en la Liga española, con 23, 8 y 10 goles en el Albacete, Levante y Racing, respectivamente, aunque con el equipo manchego fue en Segunda División, pero es una cifra importante.