Cinco puntos en tres jornadas, el mejor arranque del Deportivo en Primera División desde 2006, endulzan el reencuentro con la elite de un equipo, el coruñés, que ilusiona desde la primera jornada. Y no solo por los resultados, más que positivos para tratarse de un recién ascendido; sobre todo por la propuesta atrevida del Dépor, valiente y sin complejos, como volvió a demostrar el pasado fin de semana frente al Getafe. No ganó, pero lo intentó de verdad, sin especular lo más mínimo, y eso es algo que agradece especialmente el público coruñés, benévolo ante las carencias que todavía tiene el equipo, sobre todo en el balance defensivo.

Para encontrar un inicio de curso mejor que el actual hay que remontarse seis años atrás, todavía con Joaquín Caparrós en el banquillo herculino. Siete puntos en las tres primeras jornadas fue su botín al inicio de la campaña 2005-06, la primera del utrerano en Riazor, un registro que repitió un año después para empezar con buen pie la segunda y última temporada que dirigió al Deportivo.

Su sucesor, Miguel Ángel Lotina, no pasó de los cuatro puntos de nueve posibles en los cuatro cursos que estuvo al frente. Los dos primeros los inauguró con ese balance, cuatro puntos en las primeras tres jornadas, y los dos últimos se tuvo que conformar con tres, dos menos de los que ahora suma equipo de José Luis Oltra. La Liga no ha hecho nada más que empezar y todavía queda un largo camino hasta alcanzar el objetivo de la permanencia, pero el Deportivo está decidido a darle continuidad a esa inercia positiva que le empujó a convertirse en el mejor equipo de Segunda de toda la historia. Sabe que eso ya es pasado, pero no quiere bajarse de esa ola buena que ahora le impulsa también en la elite.