Si hay alguien dentro de la plantilla deportivista cuyo comportamiento dentro del campo se parezca menos a su personalidad fuera de él es Salomão. Nada tiene que ver su aparente tranquilidad con el modo en el que se desenvuelve en el césped.

Jugador eléctrico y de apariciones fulgurantes, sus condiciones únicas dentro del equipo blanquiazul le han permitido afrontar otra campaña a préstamo por el Sporting de Lisboa. Oltra sabe que tiene en el joven portugués a un jugador desequilibrante para desatascar partidos complicados y que el extremo añade cualidades a la plantilla. Sin embargo, no había podido contar con él desde que se concretó su segundo año en las filas deportivistas. "Estaba ansioso", confesó ayer Salomão.

Una lesión muscular le impidió disputar las últimas jornadas del curso pasado y le mantuvo ejercitándose al margen del resto de sus compañeros desde que en el mes de julio se inició la pretemporada. Desde hace unas semanas se ha reintegrado de manera plena al trabajo y por primera vez desde que comenzó la competición tiene opciones de entrar en una convocatoria. "Estaba ansioso por volver a entrenar con el grupo y estoy muy feliz por haber jugado unos minutos en el partido del jueves, aunque fuera amistoso. Estoy contento", manifestó el futbolista sobre sus sensaciones estas semanas.

El portugués, sin embargo, admite con naturalidad que todavía no está "al cien por cien" físicamente. "Aún tengo unos dolores, pero me sentí bien y con buenas sensaciones", explicó. El no haber podido participar en la pretemporada en plenas condiciones le impide tener el mismo ritmo que el resto de sus compañeros en una hipotética pelea por la titularidad. A eso hay que sumar que el club se ha reforzado en su posición. "El equipo está muy bien, muy sólido, como el año pasado. Hicimos una puntuación razonable en los tres primeros partidos y cada vez nos tenemos que exigir más", reflexionó sobre un inicio del campeonato en el que tuvo que tragarse la ansiedad.