Más de 3.000 deportivistas se dieron cita en la noche de ayer en la explanada de Riazor, a pocos metros de su feudo, para festejar a lo grande lo que fue uno de los días más especiales de la historia del club blanquiazul. Después de que la nueva ronda del Deportivo viese la luz, los casi 1.000 aficionados reunidos en la rotonda del Pavo Real acudieron en masa hasta la explanada del Palacio de Riazor, donde todo estaba preparado para comenzar las celebraciones.

Allí, en los aledaños del estadio blanquiazul, la Federación de Peñas ofreció una inmejorable recepción a todos los deportivistas que bajaban de la inauguración o llegaban de otras partes de la ciudad. Pulpo, churrasco y cerveza en primer lugar y luego las actuaciones de la Banda del Camión y de los Frikipaldis amenizaron una velada mágica para la ciudad herculina.

Pocos minutos después de que finalizase la inauguración de la ronda del Deportivo, cientos de aficionados hacían ya cola para hacerse con las primeras raciones de pulpo y churrasco. Gracias a los peñistas blanquiazules, los que por allí se acercaron pudieron disfrutar de la comida sentados en las carpas instaladas en la explanada.

A cada consumición servida en las barras allí instaladas, los aficionados recibían una rifa para participar en el sorteo que se realizaría horas más tarde. Seguramente, las rifas se quedaron en pocas ya que a eso de las 21.30 horas, la cola para llegar hasta la caseta donde se servía la comida atravesaba de punta a punta la explanada de Riazor. Algo a lo que ayudaron los precios populares ofrecidos por la Federación de Peñas y el ambiente de felicidad y hermandad que se vivía en la fiesta deportivista.

Traca final con música

Después de reponer fuerzas, la afición herculina pudo disfrutar durante unas horas de la música de La Banda del Camión y los Frikipalidis, que alegraron lo que quedaba de velada en Riazor.

Como no podía ser de otra forma, la banda liderada por Gandy hizo sonar el himno oficial del Deportivo para dar comienzo al tramo final de la celebración mientras, poco a poco, más deportivistas seguían acercándose por los alrededores del estadio. Tanto fue así que durante los conciertos unas 3.000 personas llenaban la explanada.

La fiesta blanquiazul continuó más allá de las dos de la mañana e incluso pudo verse al presidente Lendoiro, presente como un aficionado más en la fiesta organizada por la Federación. Allí aprovechó para compartir con todo el deportivismo la felicidad de un día como el de ayer.

Sin duda, la afición blanquiazul supo agradecer a la Federación de Peñas el esfuerzo realizado durante todo este tiempo, tanto a la hora de luchar durante años por la calle del equipo como para organizar todos los preparativos en el día de ayer. Los deportivistas se agolparon en las casetas levantadas para la ocasión (sobre todo la del pulpo y el churrasco) como forma de agradecer el trabajo de todos los peñistas.