Su sorprendente convocatoria con Portugal para la pasada Eurocopa le colocó en el escaparate futbolístico europeo. Hasta entonces Nélson Oliveira no pasaba de ser un prometedor delantero con experiencia en la primera división de su país en el que se adivinaban las mismas condiciones que asombran ahora a sus compañeros en la plantilla blanquiazul. Uno de los más acostumbrados a vérselas con él en los entrenamientos, Aythami, tan solo pudo acertar a pronunciar un balbuceo de admiración cuando recientemente se le cuestionó sobre su proyección.

Oliveira, sin embargo, se ha visto relegado al banquillo durante las cinco primeras jornadas del campeonato. Dos goles y la sensación de que está muy por encima del nivel general de la plantilla le permiten mantener su caché en Portugal, donde es asiduo de las convocatorias de Paulo Bento.

La titularidad con el Deportivo todavía no le ha llegado y la posibilidad vuelve a aparecer ante sí en un escenario que de antemano parece preparado para él.

Oliveira comparte representante, el omnipresente Jorge Mendes, con la mayor parte de sus compatriotas portugueses en la plantilla blanquiazul pero a la vez con buena parte de la nómina de estrellas del Madrid. Jugar en el Bernabeu, como titular y aún encima marcar sería para el jugador y para su agente la oportunidad perfecta de situarse en un escaparate de igual magnitud que la Eurocopa.

Los efectos de que se alargue la suplencia habría que buscarlos quizá más en la relación de Mendes con Lendoiro que en el futbolista, que hasta la fecha ha mantenido una actitud ejemplar. Integrado plenamente en la dinámica del equipo, se le suele ver más cerca de sus compatriotas Pizzi o Bruno que del resto. Se permite sin embargo bromas con los futbolistas a los que por edad se siente más cercano y es habitual que pique a Juan Domínguez. Ayer, tras el último entrenamiento antes de viajar a Madrid, no dudó en empujar al canterano para colocarse primero en el camino hacia los vestuarios.

Con Riki, su competidor en la punta del ataque deportivista, todavía no se le ha visto con las mismas confianzas.