El embargo ejecutado por Hacienda sobre los ingresos del Deportivo ha agravado la delicada situación económica de una entidad castigada por la insolvencia, hasta el extremo de que le ha dejado escaso margen de maniobra al consejo de administración encabezado por Augusto César Lendoiro. Acogerse a la ley concursal aparece así según expertos en Derecho mercantil como el paso lógico a tomar por el club dados sus síntomas financieros. El presidente blanquiazul, sin embargo, rechazó ayer de plano esta posibilidad. Lo hizo a pesar de haber comunicado ayer al juzgado que iniciará en los próximos meses un proceso de renegociación de la deuda contemplado en la propia ley y que se interpreta como el paso previo al concurso.

. ¿Qué es el preconcurso? Es una "moratoria", en palabras del abogado Juan Yarza. Cuando la situación de insolvencia de una sociedad es tal que no está garantizada su viabilidad, la propia ley concursal permite acogerse a esta fórmula como paso previo, como resume el también especialista Rafael Arangüena. El Deportivo tiene ahora un plazo de tres meses para llegar a un acuerdo con sus acreedores. Si no lo hace tiene un mes más para solicitar oficialmente el concurso. "Suele ser una táctica defensiva", apunta Arangüena; "el objetivo es protegerse contra posibles acreedores que fuercen el concurso y aparten de la gestión a los administradores actuales".

. ¿Protege de los embargos esta fórmula? No. Los embargos se mantienen. La comunicación a los tribunales de que se buscarán vías de renegociación de la deuda otorga un plazo de tiempo extra para esquivar el concurso de acreedores. "Simplemente se pone en conocimiento del juzgado que se inicia la refinanciación", según Yarza.

. ¿Está condenado el Deportivo al concurso de acreedores? Todo depende de lo que ocurra en los próximos cuatro meses entre el club y sus acreedores. Si el consejo de administración es capaz de llegar a un acuerdo con las entidades con las que mantiene deudas, incluida Hacienda, podría evitarlo. De lo contrario, está condenado a ello. La experiencia y los síntomas financieros de la entidad desaconsejan pensar que el Deportivo pueda capear esta situación sin recurrir a la ley concursal, advierte Arangüena. La situación de insolvencia provocada por el embargo de Hacienda dificulta hasta el extremo esta posibilidad, según Yarza. Rafael Arangüena es más concluyente: "El club está abocado al concurso".

. ¿Qué papel espera a Lendoiro en esta situación? Lendoiro continuará a todos los efectos como el presidente del club. Su cargo como encargado del consejo de administración parece que no está cuestionado ni siquiera en el caso de que el Deportivo se acoja al concurso de acreedores. En este escenario el juez colocaría a un administrador que supervisase su actividad bajo este procedimiento. Sería el encargado también de verificar cada uno de los pasos del concurso de acreedores si fracasa el intento de renegociación de la deuda emprendido ayer por el club.

. ¿Hasta qué punto puede el club renegociar la deuda? Rafael Arangüena aclara que existen diferentes tipologías. Las contraídas con la Agencia Tributaria tienen carácter privilegiado. Esto es, puede negociarse con Hacienda el modo de abonarlas e incluso el plazo, que es lo que pretende el club con la maniobra adoptada ayer al comunicar al juzgado la renegociación. Pero los pagos pendientes con el fisco en ningún caso pueden incluirse en las de tipo ordinario. Éstas son las que se someten al plan de viabilidad en el caso de que finalmente el Deportivo solicite el concurso y proceden en su mayoría de gastos de explotación y pagos a proveedores. "La deuda de Hacienda hay que pagarla íntegramente", recuerda Arangüena.

. ¿Existe riesgo de descenso? Solo el modo en el que el club responda a sus obligaciones en los próximos meses determinará la respuesta. En el caso de que el proceso de refinanciación emprendido por el club llegue a buen término, esta amenaza desaparecería. Si por el contrario la entidad blanquiazul no tiene más remedio que acogerse al concurso de acreedores podría perder la categoría en caso de no liquidar las deudas con sus jugadores, tal y como se reconoce en la reciente modificación del texto legal. Juan Yarza señala que los impagos a los futbolistas tienen carácter privilegiado, habría que abonarlos forzosamente, en el caso de que hayan sido avalados o se hayan hipotecado de algún modo. Si no se liquidan antes del 31 de julio el descenso podría producirse.

. ¿Podría desaparecer el club? El escenario no es muy esperanzador, según Yarza. Sin ingresos por el embargo es muy difícil negociar con el resto de acreedores. Estos, sin embargo, podrían reducir lo que se les adeuda si así lo deciden en asamblea una vez presentado el concurso. Hacienda es la que manda.