La lista de acreedores entregada por el Deportivo a la jueza Zulema Gento al solicitar la entrada en la ley concursal no aporta novedades significativas sobre los datos manejados hasta ahora sobre la deuda del club coruñés, cifrada en torno a los 93 millones y concentrada en un núcleo duro de tres acreedores que suman el 80% de la deuda blanquiazul. Hay que observar que estas cantidades se refieren a la deuda reconocida por el Deportivo ante la jueza que supervisa el proceso concursal; los datos definitivos sobre el alcance del débito se conocerán seguramente en marzo, cuando el administrador concursal AD Cryex, representado en A Coruña por el abogado Julio Fernández Maestre, presente su informe sobre la situación económica del club.

El listado facilitado por el club coruñés al Juzgado de lo Mercantil abarca a algo más de un centenar de acreedores, pero el núcleo duro del débito, del que depende la viabilidad futura de la entidad blanquiazul, se concentra apenas en tres, como ya se ha informado reiteradamente: Hacienda, el principal acreedor con 40 millones, seguida del Banco Gallego, con 22,2 millones y Novagalicia, con 12,5. Estos tres acreedores reúnen casi 75 millones de los 93 adeudados por el Deportivo, es decir, el 80% de la deuda total.

El siguiente en importancia, la agencia de viajes de El Corte Inglés, se sitúa ya en unos lejanos 2 millones de euros. Con una deuda similar figura el exjugador Luque, si bien el Deportivo obtuvo una sentencia favorable sobre esta deuda en el Tribunal Superior de Xustiza, recurrida ante el Supremo, por lo que el club coruñés está obligado legalmente a incluirla todavía en el listado de acreedores. Otra partida de 737.000 euros adeudada al Atlético de Madrid corresponde al pago este año por la cesión de Pizzi, que no pudo ser abonada hasta ahora por el embargo de Hacienda. Es el caso también de los jugadores que sufrieron atrasos en sus pagos por el embargo, entre los que sobresale Zé Castro, con 596.000 euros pendientes de pago. Completan la lista de los principales acreedores los ya consabidos asuntos inmersos en contenciosos judiciales por el fichaje de Munúa al Nacional (959.000), Acuña (765.000), Lopo (705.000) o Colotto (398.000). Tres empresas del grupo del Deportivo figuran también como acreedores con 428.000 euros, un dato que ya había sido aportado por el club en las cuentas facilitadas a la asamblea de accionistas en diciembre pasado. El propio Lendoiro es uno de los acreedores, al dejar de cobrar 100.000 euros de su sueldo como presidente del club.

Resulta obvio al hilo de estos datos, como ya apuntaron los propios administradores concursales, que la salvación y futura viabilidad del club blanquiazul, con o sin Lendoiro al frente, pasa por el éxito que se consiga en la negociación de la refinanciación de la deuda con estos tres acreedores principales que suman el 80% de la deuda. El rechazo de alguno de estos acreedores fundamentales a una fórmula de aplazamiento razonable del pago que el club coruñés presentará en el protocolo legal del concurso de acreedores abocaría a la liquidación del Deportivo. Igualmente, un plazo de pago demasiado corto ahogaría sus recursos y acabaría por condenarle a la desaparición.

El mayor escollo en este proceso es la inflexibilidad mostrada hasta ahora por Hacienda, incluso tras la presentación del concurso de acreedores, que contrasta con las facilidades que la Agencia Tributaria concedió a otros clubes en pareja situación a la del Deportivo, entre ellos el Celta.

Una intransigencia que bloquea el acuerdo con los acreedores bancarios, más receptivos a la refinanciación, no augura un acuerdo salvador para el Deportivo y fue denunciada el pasado martes por las peñas del club coruñés, que exigen para el Dépor el mismo trato que el brindado equipo vigués.

Hacienda condonó en 2009 casi 12 de los 33 millones adeudados por el Celta a la Agencia Tributaria y alargó el plazo de pago de la llamada deuda privilegiada, la que no se puede perdonar, que quedó en 20 millones, de cinco a once años. El acuerdo fiscal concedido al Celta le otorga aún mayores facilidades de pago en el caso de un descenso a Segunda. Estas mismas condiciones son las que reclama el deportivismo, que esta semana exigió a las instituciones públicas coruñesas que se "mojen" en esta negociación para salvar al Deportivo, como hicieron en su día las viguesas para evitar el hundimiento del club celeste, a quien la banca gallega perdonó casi la mitad de su deuda millonaria.