En la misma medida en la que los administradores concursales del Deportivo han elevado la deuda contraída por el club y reducido su patrimonio, han incrementado las incógnitas que amenazan la viabilidad de la entidad blanquiazul. Expertos en economía financiera y procedimientos concursales coinciden en que el informe elaborado por la empresa AD Cryex, con Francisco Prada Gayoso y Julio Fernández Maestre a la cabeza, añade incertidumbres al colocar la deuda en los 156 millones y reducir el activo deportivista desde los 185 a los 91 millones. En su opinión, el futuro de la entidad queda a expensas del convenio que se logre firmar con los acreedores, aunque al mismo tiempo advierten de que el desfase entre las cuentas declaradas por el club y las elaboradas por los administradores aumenta la desconfianza. En el fondo, añaden, se trata de una cuestión casi de índole "política".

En mayor o menor medida, colocan el futuro de la entidad en las manos de la Agencia Tributaria, debido principalmente a que al organismo público reclama 93,7 millones de euros, de acuerdo a los administradores concursales. "El problema es Hacienda, es un problema político que solo se resolverá si admitiese una quita y una espera", resuelve el auditor Carlos Rodríguez.

A la misma conclusión llega el profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidade da Coruña Fernando Ruiz: "Es más un tema político que económico". "El fútbol es otro mundo", aclara; "y aquí se están aplicando criterios por los que cualquier otro club estaría en quiebra". La solución, bajo su punto de vista, pasaría también por la firma de un convenio que dejara satisfecho a todas las partes: que permitiera la continuidad de la institución y a la vez liquidase las deudas contraídas. "La solución", añade no obstante Ruiz; "pasa por que los acreedores renuncien a buena parte de sus derechos de cobro". Eso o que acuda alguien al rescate e inyecte la suficiente liquidez en las arcas del club como para solucionar el problema patrimonial que ahoga al club, añade el profesor de Economía Financiera.

Precisamente estas dos cuestiones, las dificultades de liquidez y las patrimoniales, son las que destaca el presidente de la Escuela de Finanzas y profesor universitario, Venancio Salcines, como parte de las razones que han abocado al club a un doloroso concurso de acreedores. El Deportivo ya comenzó a emitir síntomas preocupantes de debilidad en estos dos aspectos en el año 2004, cuando fracasó la ampliación de capital lanzada por el Consejo de Administración. El presidente, Augusto César Lendoiro, pretendía recaudar 60 millones de euros para que finalmente se quedaron tan solo en tres.

Para algunos, el panorama es desalentador e incluso advierten de la posible liquidación de la entidad si no se obtiene un convenio en unos términos provechosos. "O consigue una quita del 50% o va a ir a liquidación", vaticina Carlos Rodríguez.

A favor de la entidad, sin embargo, juega la posibilidad de que muchos acreedores prefieran lograr un acuerdo para cobrar una parte de las cantidades que se les adeudan para evitar la liquidación. Carlos Rodríguez puntualiza que en el caso de que se llegue a la desaparición del club, dado que el activo está muy por debajo de lo que estableció la entidad, de acuerdo a los cálculos de los administradores concursales, el único acreedor que podría ingresar cantidades sería Hacienda. "La única forma de cobrar es que el Deportivo siga funcionando como club de fútbol porque de la venta de los activos no se va a ver un duro", señala Rodríguez. "Si se subasta, se lo lleva todo Hacienda, con lo que muchos acreedores estarán a favor de una quita y de una espera", añade el auditor.

La falta de patrimonio podría beneficiar a la entidad en el caso de negociar un posible convenio que impida la liquidación, pero también cuestiona la redacción posterior del plan de viabilidad de la institución blanquiazul, según el profesor de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña Alejandro Vasallo. "Todo esto solo añade dificultades a la elaboración del plan de viabilidad", constata el economista sobre las diferencias existentes en el activo.