El Deportivo tiene esta tarde una gran oportunidad para reengancharse a la pelea por la salvación, una guerra que parecía perdida hace solo unas semanas. Si vence en Palma, se colocaría a solo cuatro puntos de los puestos de salvación, cuya frontera marca el Zaragoza, próximo visitante en Riazor. El conjunto maño empató ayer ante el Madrid (1-1) y el Celta también arrancó un punto ante el Barcelona (2-2). Resultados negativos para los intereses del Deportivo pero que no serían tan malos si el equipo coruñés es capaz de romper su gafe a domicilio. Aún no ha ganado fuera de casa desde su retorno a Primera. Más que un objetivo, hoy es una obligación. El empate, para el colista, apenas suma, por mucho que signifique tener el golaverage particular a favor con el Mallorca.

El Dépor necesita los tres puntos para dar un golpe sobre la mesa y, de paso, dejar tocado a un rival directo por la permanencia. Para conseguirlo Fernando Vázquez apostará por la continuidad. El conjunto blanquiazul viene de completar su mejor partido de la temporada ante el Celta y, por lo tanto, el técnico retocará lo justo. Agarrado al salvavidas que supuso el contundente triunfo en el derbi (3-1), el colista quiere demostrar que está muy vivo, física y mentalmente. Tras dos semanas intensas de entrenamientos, en los que Vázquez trató de optimizar la puesta a punto de sus jugadores, esta tarde los futbolistas podrán volcar en la competición todas esas ganas que acumulan. Ganas, y también mucho sentido, deberán mostrar para lograr la victoria ante un rival, el Mallorca, que también se juega mucho. El que mejor contenga su ansiedad tendrá una ligera ventaja que puede convertirse en determinante cuando el potencial es tan parejo.