El objetivo de la salvación no solo invade los pensamientos de Fernando Vázquez. También sus sueños, tal y como él mismo reconoció ayer poco antes de embarcar rumbo a Palma. "Soñé con ganarle al Mallorca -confesó-. A veces dicen que es mejor soñar lo contrario, porque cuando sueñas que estás muerto, significa que vas a vivir mucho tiempo". Un sueño, el de vencer en Mallorca, compartido por miles y miles de aficionados blanquiazules, entre ellos los 4.000 que el viernes acudieron a Riazor para dar ánimos al equipo de cara al trascendental encuentro de esta tarde. "Es bonito, pero también supone una gran responsabilidad", indicó el entrenador de Castrofeito en referencia a esa nueva muestra de cariño de los seguidores.

Por ellos, fundamentalmente, quiere regresar de Palma con los tres puntos bajo el brazo. No firma el empate, un resultado que "probablemente le sirva más al Mallorca". La ambición del Deportivo, promete, será máxima. "Tenemos que ir a buscar la victoria y nada más. Con ella nos engancharíamos otra vez y el Mallorca quedaría cerca. Ganar sería tremendo, importantísimo", indicó Vázquez, consciente de que esa valentía no está reñida con el orden y la paciencia. Locuras, las justas: "No vamos a ir allí a desorganizarnos e ir todos para arriba. Vamos a ir con inteligencia, a esperar nuestro momento para ganar".

Cuida todos los detalles, de ahí que tenga muy en cuenta el golaverage particular con el Mallorca, que en la primera vuelta cayó 1-0 en Riazor. "Hay que pensar en todo. Seguramente, el rival también piense algo parecido", continuó. Desconoce cuál será exactamente el tipo de partido que planteará Gregorio Manzano, aunque intuye que el conjunto bermellón no saldrá al ataque de una forma descarada. "Nos tiene que dar igual. No estoy en su cabeza pero puedo imaginarme a qué nos quiere jugar. El Mallorca no es un equipo atacador. Ya no lo era antes y ahora es incluso más organizado defensivamente. Deja pocos espacios. No veo un partido de contraataque fácil. Veo un encuentro más estático, más parado, en el que los detalles pueden definir".

Por si el partido se pone muy cuesta arriba, ayer el técnico volvió a ensayar un sistema alternativo con tres centrales y dos carrileros de largo recorrido que podrían ser Bruno Gama y Diogo Salomão, una fórmula arriesgada a la que Vázquez no descarta recurrir llegado el caso: "Son jugadores de largo recorrido. A lo mejor algún día necesito asumir riesgos y que ocupen esa posición, con tres en el medio y dos puntas. Es un sistema de riesgo por si un partido se complica o por si necesitamos ganar con urgencia. A lo mejor necesito esa línea de tres, para arriesgar o también en el sentido defensivo de ocupar el ancho del campo con cinco futbolistas de corte más defensivo".

Hoy no lo hará, al menos de salida. Su dibujo táctico será el habitual, un 4-2-3-1; y los protagonistas, prácticamente los mismos que vencieron al Celta en el último partido de Liga (3-1). Incluso no descarta repetir el mismo equipo, aunque podría introducir la novedad del recuperado Zé Castro en lugar de Aythami en el eje de la zaga. Lo que es seguro es que apostará por la continuidad porque el once que presentó en el derbi de hace quince días "no está lejos de la alineación que va a jugar" esta tarde en Palma.