La alineación que presentó Fernando Vázquez el pasado sábado ante el Gil Vicente en el partido de presentación del Deportivo 2013-14 lejos de ser una declaración de intenciones fue una puesta en escena que se antojaba necesaria tras los acontecimientos de los últimos días de julio. Diez de los futbolistas proceden del Fabril. Nueve son gallegos y canteranos. El único foráneo era Lux. Después está Laure, que, si bien llegó al primer equipo procedente del filial, es un futbolista formado en la cantera del Madrid. En cualquier caso, una cifra de jugadores de la casa que hacía tiempo que no se recordaba, ni tan siquiera en un partido amistoso. La mente se traslada rauda hacia los años sesenta y setenta. Es cuando fluye una alineación que en aquel entonces salía de corrido: Seoane; Belló, Luis Cholo; Manolete Domínguez; Cortés, Loureda, Beci, Cervera y Rubiñán. Este era un once tipo. Todos gallegos, excepto Belló, que después se quedó en A Coruña, y Cervera. También tuvieron muchísimo protagonismo el portero Aguilar y el medio Bordoy, así como los coruñeses José Luis, Pepe Vales y Cobas, entre otros.

Transcurrieron más de cuarenta años entre este equipo, que logró el ascenso a Primera División con el famoso gol de Beci al Rayo Vallecano, y el que salió de inicio el pasado sábado. La sorpresa de ver a tanta gente de la casa es una motivación extra para el aficionado, aunque lo que realmente quiere son resultados más allá de la procedencia del jugador. Pero para muchos, la imagen del sábado era similar a la de aquellos primeros años de los setenta del siglo pasado en la que la mayoría de los futbolistas eran gallegos y procedentes del fútbol modesto coruñés. Una filosofía que se mantuvo a lo largo de esa década, tras los dos descensos consecutivos a Segunda (temporada 1972-73) y a Tercera División (temporada 1973-74). Durante estas campañas, era habitual que formasen en los equipos titulares hasta ocho o nueve jugadores gallegos salidos en su mayoría del Fabril, aunque también el Deportivo se reforzó en aquella época con los más destacados de los equipos de Galicia, casos de Alfonso Castro y Paco García, llegados del Racing de Ferrol, y Albino, procedente del Pontevedra, entre otros.

De la misma manera, era destacado el número de jugadores de la casa durante el paso por Segunda División B (curso 1980-81), aunque ese año todos los equipos de la categoría estaban obligados a alinear de principio a dos jugadores sub 20, que eran sustituidos de inmediato, a los cinco minutos de partido, sin que se les concediesen verdaderas oportunidades para demostrar su valía. En este aspecto, José Martínez, entrenador deportivista en aquella época, apenas sacó provecho de ninguno de los jóvenes que tenía a sus órdenes, entre los que ya estaban Vicente Celeiro y Alfredo, uno de los mejores jugadores de la época e internacional español en todas las categorías de base, con cuyos equipos era insustituible, menos en el equipo coruñés de Martínez. En cualquier caso, hay una diferencia entre las alineaciones de aquellas temporadas y la que formó el sábado. Diferencia importante toda vez que anteayer se trataba de un partido amistoso y los nombres que componían las alineaciones de los setenta eran para participar en encuentros de competición oficial. La formación que Vázquez opuso ante el Gil Vicente nada va a tener que ver con la que inicie la Liga en Segunda División el próximo sábado, ni con la habitual a lo largo de la competición.