El estricto tope salarial al que está sometido el Deportivo le obliga a luchar en inferioridad de condiciones en estos primeros meses de competición, hasta que se cierre el convenio a mediados de enero. Con la plantilla más corta de Segunda, cualquier lesión o sanción de jugadores le deja muy mermado de posibilidades, como pudo comprobarse en la derrota en Tenerife.

Este limitado panorama pudo aliviarse en octubre con una ganga del mercado. El Deportivo logró entonces un acuerdo con el delantero Andrija Delibasic, uno de los atacantes que gustaban a Fernando Vázquez, para que se incorporara al club coruñés hasta enero por un sueldo de algo más de 16.000 euros al mes. La negativa del administrador concursal, Julio Fernández Maestre, a autorizar cualquier subida del tope salarial por pequeña que fuese, frustró la operación. Este extremo fue confirmado a LA OPINIÓN por Pedro Riesco, exjugador del Deportivo y socio de René Ramos, representante de Delibasic. "Lendoiro ofreció ese acuerdo a Delibasic en septiembre, pero el jugador lo rechazó en principio porque le parecía poco beneficioso. Sin embargo, unas semanas más tarde, en las que siguieron las negociaciones, acabó por aceptarlo. Al parecer, el contrato no pudo firmarse porque no se logró ampliar el tope salarial", afirma Riesco.

Paradójicamente, el veto a la contratación de jugadores puede operar en algún caso, como ocurre en estos momentos con el Deportivo, como una medida contraproducente. Por un ahorro de 60.000 euros, apenas calderilla para mundo del fútbol profesional, y en el contexto de un presupuesto de unos 23 millones de euros en el caso del Deportivo para esta temporada, se reducen notablemente las posibilidades de luchar por el ascenso a Primera. El retorno a la élite del fútbol español permitiría que el presupuesto aumentase hasta cerca de los 40 millones. Volver a Primera es la mejor garantía de viabilidad económica futura del Deportivo y también de cobro para los acreedores. De seguir en Segunda, los ingresos mermarían en unos 7 millones largos, con lo que el próximo presupuesto se reduciría a unos 16 millones. Ascender es pues un seguro de vida económico para la entidad blanquiazul.

Esta temporada, por otra parte, ofrece al club coruñés unas posibilidades económicas para fichar de las que no dispondrá en la siguiente, salvo que ascienda. Tras cerrar el convenio en enero, el Deportivo podría contar con un importante superávit gracias a los ingresos extras de más de cuatro millones procedentes de los pleitos judiciales ganado a Santa Mónica Sports y a Hacienda por el IVA del primer plazo de los derechos audiovisuales.

La última posibilidad para que el Deportivo se refuerce en esta temporada decisiva para su futuro se producirá en diciembre, cuando se abra nuevamente el mercado de fichajes hasta el 31 de enero. El club seguirá peleando para que el administrador concursal le permita fichar de una manera razonable en diciembre, pero si Fernández Maestre sigue sin autorizarlo, la solución se presentará en enero, tras el cierre del convenio en la junta de acreedores del 10 de enero. A partir de ese momento, el administrador concursal ya no resultará decisivo en este tema, en el que pesará más la posición de la Liga.

Los acuerdos con los jugadores deberán negociarse ya en diciembre, aunque estarán a expensas de firmar el contrato en enero. Ahí, el aval de la Liga y la AFE es fundamental. El club ya presentó sus cuentas para este ejercicio a Tebas hace un par de semanas, cuando se abrieron en Madrid las negociaciones del convenio con Liga, AFE y bancos. Y la Liga les dio en principio el visto bueno. Esos cuatro millones extras logrados judicialmente por el Deportivo resultarán claves para que el Dépor se rearme para lograr el objetivo del ascenso. Y en diciembre ya estarán físicamente en la cuenta del club blanquiazul, ya que el juez ha ordenado su ingreso.