Cezary Wilk (Varsovia, 1986) decidió el pasado verano abandonar su país y probar fortuna en un campeonato que lo recibió como un elemento exótico para continuar un camino que eligió con siete años. Hijo de deportistas (su padre fue ciclista y su madre, gimnasta), a esa edad se mentalizó para dedicarse al fútbol profesional. Consiguió asentarse en el equipo titular en las primeras jornadas, pero una lesión interrumpió su participación. En el tramo decisivo de la Liga vuelve a tener opciones de entrar en el once mientras continúa su adaptación a la competición española. Para dominar el idioma (se desenvuelve habitualmente en inglés), pide más tiempo.

-¿Está siendo su aventura en A Coruña tal y como se la había imaginado?

-Es mejor de lo que había imaginado. La vida en España es fantástica. El tiempo es muy bueno, a pesar de que había escuchado de que en Galicia no lo es tanto. La gente es maravillosa, para mí eso es muy importante para disfrutar de la vida. Estoy muy feliz de estar aquí.

-¿Qué ha sido lo que más le ha sorprendido?

-Sabía que España es el lugar más importante para jugar al fútbol. La selección es la mejor del mundo, están los mejores equipos del mundo?, así que el nivel es muy alto. Es un lugar fantástico para este deporte porque a todo el mundo le encanta. Cuando abro los periódicos deportivos el 90% es sobre el fútbol y el resto sobre los otros deportes. Eso es increíble.

-¿Y del juego?

-Conocía mejor la Primera División porque la veía mucho por televisión, pero aquí hay más calidad. Los jugadores siempre saben qué hacer con la pelota. Mantienen la pelota, la juegan, hacen muchos pases? Esa es la mayor diferencia, incluso en la Segunda División.

-Sin embargo a ustedes se les reprocha que en ocasiones son en exceso defensivos?

-Para nosotros y para la afición lo más importante es ascender a Primera División. Esa es nuestra meta. Jugar mejor y marcar más goles estaría muy bien, pero ahora ganar es lo más importante. Nos quedan ocho partidos más y tenemos que ganarlos.

-¿Qué significaría para su carrera jugar en la Primera División española?

-No pienso demasiado acerca de eso. En el fútbol las cosas siempre pueden cambiar, a veces no sabes donde estarás dentro de un mes. Solo se puede pensar en el siguiente partido.

-¿Se ve con el Deportivo en esa categoría?

-Espero que sí porque tengo contrato. Firmé dos años, pero como he dicho en el fútbol todo cambia muy rápido. Espero jugar el año que viene en Primera División y estar aquí.

-¿Esperaba jugar más después de comenzar la temporada como titular?

-Tengo que estar preparado siempre, al cien por cien para cuando el equipo me necesite o el entrenador decida que tengo que jugar. Si me necesitan, tengo que estar listo. Estoy aquí porque quiero ayudar al equipo, pero también soy un jugador profesional y tengo que saber esperar mis oportunidades.

-¿Qué le dijo Fernando Vázquez nada más llegar?

-No me acuerdo. Hablé con el entrenador algunas veces. Solo me dijo algunas cosas simples. Me dijo que tenía que estar preparado, aprender cómo era el fútbol español e ir paso a paso hasta conseguir llegar al equipo titular.

-¿Le costó la adaptación?

-Aquí el centrocampista es uno de los jugadores más importantes sobre el campo. Crea el juego y empieza cada acción. Esa es la mayor diferencia que me encontré y tuve que aprender rápido. Tuve que acostumbrarme a cambiar de posición rápidamente, a manejar el balón? Fueron las cosas más importantes para mí.

-¿También a ser más atrevido en ataque?

-Aquí siempre hay que ir hacia adelante. Nunca se puede pasar hacia atrás, esa no es una buena idea. Pero me gusta.

-Pero todavía le falta marcar algún gol...

-Me falta marcar un gol, es cierto. En Polonia no marcaba muchos, solo dos o tres por temporada, pero no importa mucho porque tenemos buenos delanteros.

-¿Le ha dado muchas vueltas a la tarjeta amarilla contra el Castilla?

-No fue un buen momento para ver esa tarjeta amarilla, pero fue mi primera falta en aquel partido. No sé por qué, pero aquí tienes que tener mucho cuidado con ese tipo de jugadas, es muy fácil que te enseñen tarjeta.

-¿Los árbitros son más estrictos que en Polonia?

-Sin duda. Prefiero el estilo inglés, aunque aquí también se permite jugar.

-¿Le gustó el equipo contra el Recreativo sin centrocampistas defensivos?

-Álex está listo para jugar, así que veremos qué decide el entrenador. En el último partido jugamos con tres centrocampistas ofensivos. Juan Domínguez lo hizo muy bien en solitario como pivote. El entrenador tiene muchas opciones.

-¿Les alivió convencer por fin en un partido en Riazor esta temporada?

-Por supuesto, pero nosotros somos muy buenos como visitantes. Que hayamos podido ganar tantos partidos fuera ha sido nuestra mayor fortaleza.