Numerosos aficionados del Deportivo expresaron ayer su malestar por el procedimiento elegido por el club para distribuir las 825 entradas que le remitió el equipo lucense, tanto por la premura en el aviso (con una nota en la web a las 16.17 horas, solo tres cuartos de hora antes de ponerlas a la venta en Riazor), como por el número de localidades ofertadas (aproximadamente la mitad de esas 825).

Según argumentó el club coruñés, no puso todas esas entradas a disposición de sus socios porque antes reservó una parte para "los compromisos de la plantilla, del cuerpo técnico y del propio club". Además, atendió "la única solicitud realizada en toda la temporada por la agrupación Riazor Blues para poder acceder, también previo pago, a parte de esas entradas". Eso provocó que el papel disponible se agotara en apenas media hora, con lo que la mayoría de los que hicieron cola se quedaron sin localidades.