Tal y como hiciera antes frente el Tenerife y más recientemente contra la Ponferradina, el entrenador deportivista, Fernando Vázquez, terminó reconociendo sus errores. Cuando se le cuestionó acerca de su decisión de blindarse en defensa colocando a Marchena junto a Insua y Lopo para proteger el gol de ventaja que mantenía el equipo por entonces (1-2), Vázquez aludió a la ventaja que proporciona siempre una lectura a posteriori, pero no se escondió. "No estamos teniendo suerte, pero eso parece fácil ahora", respondió a la lectura negativa de su decisión con el partido ya finalizado. "Veía que no tenía el control del partido y quise cerrarlo, pero las cosas no salieron así", añadió.

El técnico reconoció que el primero de los goles del Lugo fue lo que realmente descolocó a los suyos después de que el inicio de la segunda mitad fuera tan placentero para los deportivistas como lo había sido el primer tiempo. "A partir del minuto 25 del segundo tiempo todo cambió con el 2-1", resumió Vázquez. "Me queda la sensación de que nos pusimos nerviosos y el Lugo consiguió empatar con merecimiento", apuntó sobre el desenlace del derbi.

El entrenador deportivista terminó admitiendo también la sensación amarga que dejó el partido en el vestuario después de conseguir una ventaja clara en el marcador y superar claramente a su rival. "Eran importantes para nosotros los tres puntos", señaló en rueda de prensa. Por este motivo, Vázquez reconoció que los jugadores y él mismo abandonaban "un poco dolidos" el Anxo Carro. "No es lo mismo empatar al final que dejarse empatar, que es lo que nos pasó a nosotros", se lamentó.

Después de una racha de triunfos que permitió al equipo distanciarse en la lucha por el ascenso gracias también a los tropiezos de sus rivales, los deportivistas acumulan ahora una derrota y un empate. Además de los malos resultados, las sensaciones del equipo en estas dos últimas jornadas tampoco han sido del agrado de Fernando Vázquez. "Me cabrea que en dos partidos llevemos tres goles encajados en casa y dos fuera", manifestó ayer.

El empuje del Lugo en la segunda mitad terminó arrinconando a los deportivistas, que se vieron desbordados por las bandas, especialmente por la izquierda. Vázquez también admitió eso y la decisiva actuación del exdeportivista Pablo Álvarez. "Lo hicieron bastante bien por la parte izquierda nuestra. Nos hicieron muchísimo daño", señaló el técnico.

El resultado, sin embargo, no empañó el ambiente que se vivió durante toda la jornada en Lugo por el derbi. "El ambiente fue extraordinario. Veías a aficionados del Lugo y del Deportivo. Fue un ejemplo de comportamiento entre las dos aficiones", destacó Fernando Vázquez, quien finalizó su intervención con un alegato para el final de la temporada: "No nos podemos dejar ir en esta situación, lo que hay que hacer es ganar partidos".