El relevo en el banquillo del Deportivo ha sido veloz. Un visto y no visto. El martes el club coruñés anunciaba la destitución de Fernando Vázquez y ayer a media tarde hizo público el fichaje por una temporada de Víctor Fernández (Zaragoza, 1960). El técnico maño llegó a Riazor "absolutamente ilusionado" con este nuevo proyecto y con la idea de crear "un fútbol que logre emocionar a la gente".

"Todo ha sido muy rápido", confesó el nuevo entrenador del Dépor, que el miércoles tuvo sus primeros contactos con Ernesto Bello y Richard Barral. "Hoy -por ayer- tuve la oportunidad de conocer a gran parte del consejo y al presidente. Me han explicado con detalle el espíritu y la filosofía de este proyecto". Fernández tiene el objetivo de mantener al equipo en Primera División y es consciente que para lograrlo debe "trabajar en equipo". "El colectivo tiene que estar por encima de lo individual, aunque el esfuerzo y la dedicación de cada uno van a ser necesarios", admitió.

También la afición blanquiazul tendrá su papel coprotagonista en esta aventura, como ha ocurrido en los últimos años. "Es una ventaja fantástica contar con la fuerza del deportivismo. Es una garantía y nos da tranquilidad", anunció orgulloso a la vez que aclaró que busca "un fútbol que logre emocionar a la gente". "Pretendo que la afición se emocione y sea feliz. Seguramente si he llegado hasta aquí es por esa idea".

Para lograr todo lo que se propone, Víctor Fernández tiene por delante una temporada "ilusionante y atractiva" que comenzará el lunes con los primeros entrenamientos de la plantilla blanquiazul. "No le he dado muchas vueltas al contrato. Una relación de un año es suficiente para empezar a sentar las bases y cimientos de este proyecto. Es lo mejor para ambas partes", expuso halagando también las ideas de Tino Fernández: "Me han encantado sus propuestas e intenciones". El presidente, por su parte, dio la bienvenida al nuevo técnico deseándole "los mejores éxitos". "Compartimos visión de lo que pretendemos que sea el Deportivo y la coincidencia es plena. Es una alegría contar con él", añadió.

Esa satisfacción se ve reforzada por el pasado futbolístico del zaragozano. Su último idilio fue con la liga belga, dónde entrenó al Gante el curso pasado. En su currículum destacan también sus años en el Zaragoza, con el que ganó una Copa del Rey y una Recopa de Europa, Celta, Tenerife, Betis y Porto, donde celebró el triunfo de la Copa Intercontinental en el 2004. "Soy un Víctor Fernández con más años, que está sufriendo la erosión del tiempo y la acumulación de experiencias", se definió a sí mismo.

Su historia con el eterno rival no es un impedimento para triunfar en A Coruña y ha explicado el por qué en el acto de presentación que tuvo lugar en la sala de prensa de Riazor ayer por la tarde. "Soy un profesional, un entrenador y un enamorado del fútbol. Este es el lugar que en estos momentos me corresponde. No creo que se me juzgue por mi pasado porque vengo a defender los colores del Deportivo", manifestó a la vez que lanzó un mensaje a la afición: "Lucharé por ganarme una porción del corazón de todo el deportivismo".

Aunque reconoce que sus mejores años como técnico son una de las razones por las que ha aterrizado en la ciudad herculina. "La trayectoria me permite llegar hasta aquí pero se me debe juzgar por lo que haga en estos momentos. Quiero acertar y triunfar. Y si lo hago significará que la afición está conectada y que el presidente está orgulloso de mí", deseó un Fernández que admitió tener "un compromiso absoluto" con el Deportivo.

Para Víctor este rumbo que ha tomado su carrera profesional es "una sorpresa agradable" y se siente agradecido con el club por haber pensado en él para sustituir a Fernando Vázquez. "El presidente, todo el consejo de administración y los técnicos han confiado en mi persona como responsable de este nuevo proyecto deportivo". Por ello, el técnico se siente en deuda y se compromete a "conseguir los mejores éxitos" para que el club se mantenga en Primera División. "Es el lugar que le corresponde por historia", apuntó.

Esa es la carta de presentación del nuevo entrenador deportivista. El lunes empieza el trabajo en Abegondo y en la mente del maño solo existe la meta de elaborar un equipo que deleite a la afición.