El culebrón sobre las negociaciones del Deportivo por el delantero Kostas Mitroglou tiene hoy un nuevo capítulo que debería ser el definitivo, en un sentido o en el otro. Todo depende de lo que decida finalmente el dueño del Fulham, Shahid Khan, sobre la propuesta presentada por el club coruñés para hacerse con la cesión del griego. Alistair Mackintosh, el director ejecutivo de la entidad londinense, fue quien le trasladó a Khan las condiciones que plantea el Dépor. La última palabra la dirá hoy el multimillonario pakistaní-estadounidense, que es quien debe dar el visto bueno a la operación.

Mitroglou no quiere jugar con el Fulham en la segunda división inglesa. Interesa a varios equipos europeos, algunos muy poderosos como los italianos Nápoles y Milan, pero le agrada la posibilidad de ser la gran estrella del Deportivo y relanzar su carrera en la Liga española. Su alto salario, sobre 2,5 millones netos, es el principal escollo para cerrar el trato, ya que el club coruñés solo puede hacer frente a una parte de esa suma.

El Dépor mantiene la esperanza de que el internacional acabe finalmente vistiendo de blanquiazul para ayudar con sus goles a lograr la permanencia. Es la primera opción para reforzar la punta de ataque, aunque al mismo tiempo el consejo trabaja en varias alternativas por si no cristalizara la negociación con el Fulham y el propio jugador. En teoría, hoy debería haber una respuesta definitiva después de varias semanas de intensas conversaciones. Víctor Fernández espera con impaciencia la llegada del ansiado nueve que aumente el potencial ofensivo. El pasado fin de semana el técnico viajó a Granada con un único delantero centro puro en su convocatoria de 18 futbolistas, el murciano Toché, que formó en la primera alineación liguera del equipo coruñés. Iván Cavaleiro también jugó de inicio, aunque en la banda derecha del ataque. El luso, que se estrenó con gol en la Liga española, también puede actuar de ariete, aunque más como segundo punta que como referencia.

Adiós a Borja Bastón

Borja Bastón ultimó ayer su salida del club coruñés, muy probablemente para regresar a Segunda División con el Zaragoza. El canterano del Atlético no ha acabado de convencer a Víctor, que autorizó su desvinculación previo consentimiento del club rojiblanco.