El Deportivo necesita refuerzos. Es evidente que atrás tiene que fortalecerse y mucho. Es un equipo que concede demasiado en defensa. Solo dos acciones puntuales con el protagonismo de Abdoulaye permitieron a los blanquiazules recuperar un punto, cuando ya se daban por perdidos los tres. Dos goles en dos acciones muy aisladas. Otros dos tantos encajados en jugadas elaboradas, en jugadas de fallos en la marca y de anticipación del adversario. Demasiadas oportunidades muy claras tuvieron los delanteros rayistas -sobre todo Aquino y Manucho-, en las que perdonaron ante Lux en los primeros minutos del partido y también en la segunda parte. Llegadas nítidas, pero tuvo que ser tras un fallo cuando los madrileños empatasen.

También de esa manera se habían adelantado los deportivistas por medio de José Rodríguez tras una regalo de Abdoulaye. Un calco de lo que había sucedido en la primera jornada en Granada. Cavaleiro aprovechó un regalo del portero granadino, pero después dos errores atrás permitieron la remontada local. Ayer, José adelantó a los coruñeses merced a un mal pase atrás del defensa rayista, pero Bueno equilibró la contienda al rematar en solitario cerca de la portería de Lux y después de que Insua se comiese el centro de Aquino.

Es el fallo que se ve está atrás, en los últimos hombres, no en los preliminares. Por ejemplo, en el gol del empate Canella dejó centrar con comodidad a Aquino porque le entraba otra adversario por su banda y le obligó a recular. El Rayo había conseguido superioridad numérica, lo necesario para permitir al exterior mexicano centrar con suma tranquilidad. Fue también Aquino el que generó el segundo y encontró al mismo rematador: Bueno.

Demasiadas concesiones atrás ante un equipo seguro con el balón en los pies, que manejó con criterio y nunca desesperó. Al contrario sucedió con el Deportivo, que nunca supo mantener la posesión, ni marcar el ritmo del partido. Medunjanin tuvo toques de excelencia, pero no manejó lo suficiente. Tampoco sus compañeros. Fariña tuvo pocos balones. Como cualquiera de los atacantes. Si este equipo tiene calidad hacia arriba, estos futbolistas necesitan que les sirvan balones, no recibir pelotazos, para que puedan crear. Sucedió a lo largo de todo el partido. Así fue que Toché será recordando por no haber acertado un remate franco que pudo suponer el segundo y no por el trabajo que realizó durante el tiempo que estuvo en el campo. Por fin hay una referencia.