El Deportivo cerró el mercado con tres incorporaciones a última hora: un central, un delantero y un lateral. Los dos primeros puestos eran de los que Víctor Fernández consideraba "necesarios" para disponer de una plantilla que pudiese luchar por el objetivo de la permanencia. Los tres llegaron casi a última hora de la noche, casi sobre la bocina. Antes, más de un mes de negociaciones, tiempo en el que se quedaron por el camino fichajes "hechos". Bruno Zuculini, centrocampista del Manchester City, estuvo a punto de firmar por el equipo coruñés en numerosas ocasiones. Estaba comprometido con el club, pero su buena pretemporada llamó la atención de Pellegrini que no lo quería dejar salir. Al final no se pudo quedar en la Premier y volvió a estar a un paso de vestir la camiseta deportivista. Incluso se iba a firmar el contrato en Vigo, pero a última hora se fue al Valencia.

Más tiempo invirtió el Deportivo, con dos emisarios en Londres, para tratar de convencer a Kostas Mitroglou, delantero del Fulham, que acabó regresando a su Olympiakos de procedencia cedido por un año a cambio de tres millones de euros. Otro tanto invirtieron los emisarios blanquiazules en Londres para conseguir la firma de Iván Ramis, central del Wigan. El resultado fue el mismo que con el delantero heleno. El Wigan solicitaba una cantidad a la que los deportivistas no podían llegar. Por el camino se quedaron también Enoh, al que quería el anterior técnico, Sanabria, Sereno, Marcelo y otra serie de futbolistas a los que se les había vestido prácticamente con la camiseta blanquiazul. En un mes el equipo apenas sufrió más variación que la incorporación de Medunjanin. Todos los demás refuerzos se habían incorporado casi al principio de la pretemporada. El club, no obstante no da por cerrado el capítulo de incorporaciones, todavía aspira a fichar a "un agente libre".