El talento por el que el Deportivo apostó en agosto como cualidad común de sus nuevas incorporaciones derivó hacia el músculo en la recta final del mercado, con la contratación de dos centrales muy físicos, Sidnei Rechel y Modibo Diakité. Hacían falta, según Víctor Fernández, para dotar de más robustez a una plantilla en la que no abundan los atletas sino futbolistas de corte más creativo, como los recién llegados Luis Fariña o Isaac Cuenca. Los dos nuevos centrales son muy fuertes y altos -188 centímetros el brasileño y 192 el francés-, y expeditivos cuando es necesario, aunque no todas sus características son comunes.

Sidnei tiene más calidad, mientras que Diakité destaca sobre todo por su contundencia. El primero, que llega cedido del Benfica por una temporada, se estrenó ayer en el amistoso contra el Laracha. Inicialmente no estaba previsto que tuviera minutos, pero acabó sustituyendo a Toché en la lista y jugó la primera parte completa. Dejó buenos detalles, aunque necesitará tiempo para estar a plena forma, así que este tipo de encuentros, como el del próximo jueves en Arosa, le servirán para ir adquiriendo el ritmo adecuado para competir alto nivel en Primera, categoría en la que se estrenó la pasada campaña con el Espanyol. Diakité también aterrizó en A Coruña muy justo de forma tras desvincularse del Sunderland. Ayer llegó a la ciudad y por la tarde pasó el reconocimiento médico en el Hospital Modelo. Está previsto que esta mañana se incorpore al trabajo en las instalaciones de Abegondo con sus nuevos compañeros.

Con estas dos novedades el Deportivo gana centímetros y músculo. Hasta la llegada de Sidnei y Diakité solo había cuatro futbolistas que alcanzaban el 1,85 de estatura: los dos centrales -Alberto Lopo (186 centímetros) y Pablo Insua (185)-, más el delantero Toché (185) y el recién incorporado Haris Medunjanin (188). Ahora hay dos torres más para saltar a por los balones aéreos, tanto en la estrategia ofensiva como en la defensiva. La fiabilidad en ese tipo de jugadas muchas veces decide partidos, para bien o para mal. Lo sabe bien el Dépor, que en la jornada inaugural se quedó sin puntuar en el Nuevo Los Cármenes de Granada por un error colectivo a la hora de defender una falta lejana.

Sidnei y Diakité tendrán que elevar su tono físico. Todavía están lejos de su nivel óptimo, igual que otros muchos futbolistas de la plantilla. Juanfran y Hélder Postiga también pasaron un verano atípico, sin disputar partidos de preparación para coger la forma, así que necesitarán bastante rodaje para estar listos lo antes posible. Por eso ayer Víctor también dio 45 minutos en el Municipal de A Laracha al lateral madrileño, que disputó la segunda mitad entera. Otros jugadores que llevan mucho tiempo sin competir con regularidad, como es el caso de Isaac Cuenca, necesitarán también cierto margen de tiempo para estar a pleno rendimiento.

A consecuencia de esa inactividad prolongada, el exbarcelonista acabó el partido frente al Rayo Vallecano con molestias en el cuádriceps. Sin embargo, recurrió al "coraje" para soportar la exigencia del partido, disputarlo completo e incluso lanzar el penalti que sirvió a los blanquiazules para igualar el marcador frente al conjunto madrileño cuando todo parecía ya perdido. "Cuando estás cansado y ves que las piernas no van, igual tiras de coraje. Yo estaba cansado, tenía problemas musculares, pero pude aguantar y ayudar al equipo", manifestó ayer el atacante después del entrenamiento de la plantilla en la ciudad deportiva.

Las dudas en el banquillo y entre sus compañeros, precisamente debido a sus molestias físicas, a punto estuvieron de frustrar el deseo de Cuenca de lanzar el penalti que desembocó en el empate frente al Rayo. "Pensé que no quedaba nada, que solo había que ir al punto de penalti y marcar, y que había que hacerlo con la máxima tranquilidad posible", confesó. "Fui a por el balón y Haris (Medunjanin) me preguntó cómo estaba. Le dije: 'me siento con confianza', y no me molestó, me dejó tranquilo. Demasiada presión tienes en el minuto 95 como para que el compañero te diga algo", añadió. Ese gol le ha dado el punto de confianza para continuar su puesta a punto física en las próximas semanas, en las que se aprovechará, al igual que sus compañeros recién llegados, del parón que se produce en la competición debido a los compromisos de las selecciones nacionales.