Con 21 años, un mes y diez días, Pablo Insua, central del Deportivo, portó el brazalete de capitán del equipo coruñés el pasado domingo ante el Valencia en el estadio de Riazor, algo que, para un jugador de la provincia y que se ha formado en las categorías inferiores del club, supone, dijo, "un gustazo enorme".

"Es un gustazo enorme llevar el brazalete, aunque no deja de ser un pequeño símbolo. Es algo que te enorgullece. Siendo canterano fue un momento muy especial", comentó en rueda de prensa el jugador blanquiazul.

Insua regresó a la alineación que había tenido que abandonar por lesión en la segunda jornada del campeonato y el Deportivo rompió una serie de cuatro derrotas consecutivas con una goleada (3-0) ante el Valencia.

"Qué mejor manera de volver que esta, sobre todo con la victoria del equipo, que a nivel de confianza nos viene muy bien, después de dos semanas complicadas, para afrontar los próximos partidos", señaló.

El central se enteró de la titularidad "unas horas antes del partido", cuando se lo comunicó Víctor Fernández, que sorprendió al dejar fuera de la convocatoria al catalán Alberto Lopo, titular en seis de los siete encuentros anteriores.

"Somos cuatro centrales y normalmente uno se tiene que quedar fuera. Fuese el que fuese, iba a sorprender", apuntó.

En el campo, el Deportivo ofreció una versión diferente a la que había dado, sobre todo, ante el Sevilla en el séptimo partido de la Liga BBVA.

"Hubo un cambio de intensidad, de actitud en todo el partido. El equipo estuvo muy concentrado los noventa minutos, muy concienciado, muy junto, desde el portero al delantero muy unido, y esa fue la clave de todo", señaló.

El Deportivo sabía que el partido ante el Valencia "era una oportunidad para ganar en confianza, dar buena imagen y volver a sumar puntos, que era muy necesario".

"El partido fue redondo en todos los sentidos", indicó el central, quien agregó que "a los equipos de abajo", entre los que está el Deportivo, les está "costando sumar" y "cada victoria, cada punto, cuenta mucho".

Al conjunto blanquiazul le sirvió para abandonar el último puesto de la clasificación y también la zona de descenso.