El Getafe se está ganando a pulso ser calificado como un equipo aguerrido, en exceso muchas veces. La imagen que dio en el último partido, frente al Atlético de Madrid, dista mucho de la que ofrecía temporadas atrás en las que incluso era criticado por ser un conjunto "sin espíritu", que dijo el exdeportivista Ángel Lafita el pasado martes. Ahora, el cuadro dirigido por Cosmin Contra para haber dado un giro de 180 grados parece ofrecer un estilo completamente opuesto al que mantenía. Lo importante es "mantener la intensidad al límite", frase del delantero aragonés que años atrás vistió la camiseta blanquiazul del Dépor.

Tanta "intensidad" tuvo consecuencias negativas para los azulones. La primera que durante ese partido se quedaron con diez por la expulsión de Alexis -le pegó un manotazo en la cara a Mandzukic sin balón-; la segunda, que el central fue sancionado con cuatro partidos de suspensión. Y suerte tuvo el conjunto del sur de Madrid de no concluir el choque con un hombre menos y, por extensión, quedarse también sin él para Riazor: Juan Rodríguez.

El malagueño y también exdeportivista pisó la pierna del delantero croata del Atlético cuando estaba en el suelo tras ser agredido por Alexis. Al final del partido se le preguntó por esa jugada y su respuesta fue: "No es un pisotón para romperle la pierna. Estamos muy calientes, esto es fútbol". "El fútbol es roce y no estamos jugando al parchís. El Atlético también es un equipo intenso y no pasa nada, el tema de los pisotones se queda ahí", añadió en declaraciones a pie de campo al término del partido.

Tuvo suerte de continuar sobre el terreno y que el árbitro no lo expulsase, porque también se perdería su regreso a Riazor. Ahora solo quiere olvidarse de la acción -como dijo tras el choque- y también Lafita prefería que esta semana no se hablase del estilo agresivo de su equipo en el partido contra los colchoneros. "Hay que dejar de hablar del tema", zanjó esta semana en rueda de prensa.

Lafita y Juan Rodríguez, dos exdeportivistas que compartieron vestuario en A Coruña -cursos 2007-08 y 08-09, e incluso en agosto de 2009- y ahora llegan como adversarios directos tras el retorno de los coruñeses a Primera. Ambos jugadores salieron por la puerta de atrás, el malagueño tras el primer descenso, en 2011, y el aragonés tras ser reclamado por el Zaragoza en el último segundo del mercado de la temporada 2009-10 tras jugar ese año con el Dépor.