Los 18 Riazor Blues detenidos ayer a primera hora en A Coruña fueron puestos en libertad a lo largo de la tarde tras declarar ante la Policía Nacional en el Cuartel de Lonzas por su presunta participación en la reyerta del pasado 30 de noviembre en Madrid Río en la que fue asesinado el hincha blanquiazul Francisco Javier Romero, Jimmy. A todos se les acusa de riña tumultuaria, un delito castigado con penas de entre tres meses y un año de cárcel. Agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid se desplazaron a A Coruña para organizar el dispositivo que culminó con las detenciones. Dos de ellos lideraron los interrogatorios. La mayoría de los arrestados optaron por acogerse a su derecho a no declarar.

Las preguntas que les formularon estuvieron orientadas con la intención de demostrar que previamente habían concertado una cita con ultras del Frente Atlético para pegarse, una teoría que la investigación barajó desde un primer momento pero que no se ha llegado a demostrar. Incluso el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, declaró en primera instancia que no se habían encontrado pruebas, ni siquiera en los teléfonos móviles de los arrestados en Madrid, de que ambas hinchadas se hubieran citado. Los Riazor Blues se reafirman en que no existió tal quedada.

Los policías, que les requisaron todos sus teléfonos móviles a los 18 Blues detenidos ayer, les formularon cuestiones como si se desplazaron a Madrid en un viaje organizado, si lo hicieron en autobús, si hicieron parada en algún bar, si conocían a Jimmy o si sabían cómo se produjo la agresión que le causó la muerte. Todos los Blues a los que se les tomó declaración ayer en Lonzas fueron retenidos por la Policía Nacional en la Casa de Campo el pasado 30 de noviembre tras la reyerta de Madrid Río, pero entonces no llegaron a ser detenidos. Ninguno de estos 18 Blues coincide con alguno de los 17 que fueron arrestados en Madrid tras la reyerta y puestos en libertad dos días después tras testificar ante el juez. Los arrestados en A Coruña declararon ante la policía y abandonaron Lonzas sin necesidad de ser puestos antes a disposición judicial.

Testificaron de uno en uno, pero no todos pudieron entrevistarse con sus respectivos abogados antes de declarar para que les asesorasen sobre si debían hablar o guardar silencio. Una posible situación de indefensión que vulneraría dos normativas europeas, tal y como hizo constar Pablo Freire, letrado de uno de los detenidos que carece de carné de los Blues. Freire cursó una queja por verse privado del derecho de asesorar a su cliente antes del inicio del interrogatorio.

Las detenciones, en las que participaron más de 30 efectivos de la Jefatura Superior de Policía de Galicia y antidisturbios del grupo VII de la Unidad de Intervención Policial, se efectuaron muy temprano, entre las 07.00 y las 08.00 horas. Desde mediodía comenzaron los interrogatorios hasta que a las 13.32 horas cruzó la puerta de salida el primero de los detenidos en abandonar el cuartel. Lo hizo con la capucha puesta, ocultando su rostro, y en compañía de su abogado. Doce minutos después salió el siguiente, solo, también encapuchado, y haciendo un mal gesto a los periodistas. También por la tarde hubo algunas peinetas más. El goteo de liberaciones continuó hasta las 17.30 horas, cuando salió el último.

El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, expresó ayer su deseo de que "se esclarezcan todos los hechos y la justicia determine quiénes son los culpables". En su opinión, de esta reciente tragedia hay que sacar "dos conclusiones claras: que el que las hace las paga y que la violencia no cabe en el deporte". "La afición deportivista está al margen de todo esto -añadió Negreira-. Realmente son una minoría (los violentos), pero una minoría que no tiene cabida".

Estos 18 arrestos en A Coruña se enmarcan en la segunda fase de la operación Neptuno, cuya primera parte incluyó 41 detenciones en Madrid, provincias limítrofes y Gijón, entre ellas las de los tres presuntos autores materiales de la muerte de Jimmy: un taxista vecino de la localidad madrileña de Parla, un joven de 21 años residente en Alcobendas y otro implicado más detenido también en Parla. El juez de Instrucción número 20 de Madrid envió ayer a los tres a prisión sin fianza, acusados de homicidio/asesinato como presuntos autores materiales de la muerte del hincha. La operación Neptuno continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.