Hasta 15 jugadores de la actual plantilla del Deportivo acaban contrato el 30 de junio de 2015. Los cedidos en principio no seguirán porque deberán regresar a sus clubes de procedencia -Canella (Sporting), José Rodríguez (Madrid), Juanfran (Watford), Salomão (Sporting de Portugal), Sidnei, Fariña y Cavaleiro (Benfica)- y los que son propiedad del Dépor e interesa que sigan deberán llegar a un acuerdo de renovación, aunque desde mañana podrán negociar libremente con otros equipos su futuro posterior a junio. El inicio del nuevo año los habilita para hablar con otros clubes, algo que hasta ahora, en teoría, no podían hacer.

En esa nueva situación se encontrarán desde mañana Juan Domínguez, Cezary Wilk, Hélder Postiga, Isaac Cuenca, Toché y Juan Carlos. De todos ellos, los dos primeros son los que más interés despiertan del Deportivo para que sigan. En la plaza de Pontevedra también harán todo lo posible para seguir contando con los servicios del coruñés Lucas Pérez, cedido por el Paok de Salónica pero con una opción de compra de dos millones. Si el club blanquiazul la hace efectiva, el atacante se convertirá automáticamente en un refuerzo de lujo no solo para el presente, sino también para el futuro. Singular es igualmente el caso de Manuel Pablo, con contrato hasta 2018 pero decidido a colgar las botas al término del presente curso.

De los actuales integrantes de la plantilla, solo nueve tienen asegurada por contrato su continuidad en Riazor más allá del 30 de junio de 2015: Lux, Álex, Insua, Medunjanin, Laure, Luisinho, Seoane, Lopo y Fabricio Agosto. El portero canario tiene firmado con el Dépor lo que resta de campaña, más otra más, pero el club vería con buenos ojos que ampliara su vinculación por más campañas. Es, junto con Sidnei, el jugador más en forma y sus paradas valieron varios puntos desde que desplazó a Germán Lux de la titularidad.

Sin embargo, Fabri no quiere "saber nada" de esa posible renovación. Está centrado en el presente y así seguirá al menos hasta el verano, sin pensar en nada más que no sea ayudar al equipo a alcanzar el objetivo de la salvación. "No quiero saber nada hasta junio. No puedo estar pensando en lo mío cuando somos un grupo de veintitantos y tenemos una afición detrás -zanjó tras la sesión de ayer en Abegondo-. Lo único que me tiene que preocupar es ganar el sábado y no puedo pensar en nada de lo personal". "No puedo tener ninguna pequeña distracción que nos pueda apartar del camino de la permanencia. Quiero tener la cabeza limpia y despejada para trabajar en las mejores condiciones", añadió el guardameta, que afronta como "una final" el duelo del sábado ante el Athletic. "Todos somos conscientes de lo que nos jugamos, de la importancia del partido. No hemos sido regulares y eso es lo que nos falta, regularidad", añadió.