Hacienda ha claudicado ante los bancos Sabadell y Abanca en la pugna por los 21 millones embargados por el fisco al Deportivo en la temporada 2012-13, medida que desencadenó el proceso concursal del club coruñés, y se muestra dispuesta a no recurrir la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña que otorga a los acreedores financieros del club coruñés el derecho preferente de cobro sobre el total de esa cantidad todavía retenida.

Ambos bancos, herederos de la deuda contraída por el Deportivo por créditos con las desparecidas cajas gallegas y Banco Gallego, ganaron a finales del año pasado en los tribunales una demanda interpuesta contra Hacienda, que reclamaba también su derecho de cobro sobre los 21 millones embargados al club coruñés, correspondientes a los pagos televisivos desembolsados por Mediapro.

La claudicación de Hacienda en este pulso judicial es el requisito exigido para la celebración de unas nuevas negociaciones que desbloquearían un proceso que ha impedido hasta ahora que el club coruñés cierre con los bancos el acuerdo sobre el pago de su deuda privilegiada.

En esta nueva ronda de conversaciones, en la que también podría participar el Deportivo, Hacienda debería rebajar la actitud intransigente que le ha caracterizado en su conflicto con el club coruñés, gracias al varapalo judicial que le han propinado los bancos.

Sin confirmación oficial, todo apunta sin embargo a que las entidades financieras podrían ceder aún a Hacienda una parte de esos 21 millones, a pesar de la sentencia que les otorga su cobro íntegro, siempre y cuando se alcance un acuerdo global entre las tres partes que tenga en cuenta también el impacto sobre la viabilidad futura del Deportivo, un aspecto secundario hasta ahora para al ministerio de Montoro, que incluso llegó a amenazar con la liquidación del club coruñés.

Hacienda aún mantiene en el Tribunal Supremo un recurso por el que pretende reclasificar y elevar en más de veinte millones la deuda privilegiada del Dépor, es decir, la que no tiene quita del 33% y no se puede pagar en un plazo asequible de 17 años marcado por el convenio de acreedores. Este descabellado órdago de la Agencia Tributaria, que fue tumbado ya tanto por el juez concursal como por la Audiencia Provincial, abocaría prácticamente al Deportivo a su desaparición de salir adelante.

La situación ha dado ahora un giro inesperado y Hacienda deberá ser más razonable si quiere echar mano ya a una parte de esos 21 millones que la Justicia le niega.

En las nuevas negociaciones, se partiría de un reparto por el que los bancos podrían ceder a Hacienda el cobro inmediato de entre 9 o 10 millones del total de los 21 embargados. El cómputo final de este reparto decidirá cómo queda finalmente la deuda privilegiada del club coruñés con bancos y Hacienda. La mayor amenaza para el Deportivo, dada la intransigencia mostrada hasta ahora por el ministerio de Montoro, radica en que la parte de esos 21 millones que no se quede Hacienda, se sumará a la deuda con el fisco.

Teniendo en cuenta que el club ha firmado un duro acuerdo por el que se compromete a pagar la deuda con Hacienda en solo ocho años, el montante final podría resultar difícil de amortizar en un periodo tan corto. La filosofía de las nuevas negociaciones es que los bancos cederían esos 9 o 10 millones que no le corresponden a Hacienda, a cambio de que el ministerio de Montoro deje de apretar el puño sobre el Deportivo y abra la mano en sus draconianas condiciones de pago de la deuda. Y, probablemente, que retire del Tribunal Supremo la amenaza que pende sobre el futuro del club coruñés.

Desde el proceso concursal, los bancos siempre mantuvieron una razonable postura de compromiso con una solución al pago de la deuda que no ahogue al club coruñés y le permita consolidar su proyecto en Primera. Esta actitud fue plasmada en un preacuerdo con el anterior consejo de administración del Deportivo, en el que ya se hablaba de ceder 10 millones a Hacienda a cambio de un plazo de pago asequible de la deuda por parte del fisco. La frontal oposición entonces del administrador concursal, cuyas tesis eran siempre coincidentes con la postura de Hacienda, y el proceso electoral, dejó ese preacuerdo en el aire.

El Deportivo mantiene oficialmente silencio sobre este giro de la situación, aunque fuentes próximas aseguran que el propio club fue uno de los que auspició este cambio de rumbo. El club está aliviado y agradecido a Abanca y Sabadell por su compromiso con el futuro del club, según estas fuentes.